Giro radical de Sánchez con los medios, que acudirá hasta a El Hormiguero

Algo ha pasado en Moncloa, quizá el estudio de determinados sondeos y encuestas, para que Pedro Sánchez salga de la comunicación totalmente controlada que lleva en los últimos años, donde hasta los jugadores de petanca de sus vídeos son figurantes o militantes del PSOE, y se atreva a conceder entrevistas más allá de la cadena SER o TVE con Xavier Fortes, los únicos medios a los que acudía el presidente del Gobierno.

A un mes de las elecciones del 23 de julio, Pedro Sánchez da un giro radical a su estrategia de esconderse y acudirá hasta a El Hormiguero, programa de máxima audiencia en prime time que el propio Sánchez no visita desde 2016, cuando aún no era presidente. Siete años han pasado ya, que se dice pronto.

Pedro Sánchez sorprendió confirmando su entrevista con Carlos Alsina en Más de uno en Onda Cero, uno de los periodistas que precisamente criticaba que el presidente del Gobierno no quisiera responder a los medios de comunicación, más allá de la SER. Alsina, uno de los azotes del sanchismo, ha tenido por fin su entrevista aunque ha esperado cuatro años.

Sin embargo, las confirmaciones de entrevistas en otros medios han ido en cascado, mostrando ese cambio radical en la estrategia comunicativa de Pedro Sánchez. El martes 20 de junio el presidente visitará El Intermedio para ser entrevistado por Wyoming y Sandra Sabatés.

Y también se anuncia una entrevista el domingo 25 de junio con Jordi Évole en La Sexta, otra cita que no se daba desde hace siete años, cuando Sánchez no era presidente “y le dio suerte”, como presume Évole.

La cita de Pedro Sánchez con más morbo

La cita que quizá dé más morbo es la de El Hormiguero, que se anuncia para el 27 de junio, un espacio donde varias veces han instado al presidente a ir, “yo le renuevo la invitación, que no quiso atender en las últimas elecciones”, recordaba Pablo Motos, y que se ha señalado muchas veces desde Podemos, los socios de Pedro Sánchez. Falta por saber si Sánchez se atreverá a ir por ejemplo también a Ana Rosa Quintana o a Carlos Herrera.

¿Y por qué Moncloa acepta ahora, siete años después, entrevistas que pueden ser incómodas para Pedro Sánchez? Porque el equipo del presidente considera que no tiene nada que perder y va a meter su mensaje hasta en el último rincón, también en aquellos medios a los que huía en las últimas elecciones.

Para muchos, una muestra de la desesperación de Pedro Sánchez por salir en cualquier medio y evitar así pisar la calle-como su propuesta de los seis cara a cara-, para otros, un episodio más del manual de supervivencia de Pedro Sánchez.