Pedro Sanchez y su semana maldita: un debate y 3 disparos de fuego amigo
En Ferraz y en Moncloa ha cundido el pesimismo tras una precampaña en la que parecía que se iniciaba una remontada electoral, pero errores y ataques de los socios han cambiado la inercia.
Estaba el candidato socialista inmerso en hacernos creer que la remontada era posible cuando todo se le derrumbó en unos pocos días de esta semana. En realidad el mismo lunes. Llevaba 4 días encerrado estudiando para el debate, que iba a ser el punto definitivo de inflexión para disparar a Sánchez en las encuestas.
Y ocurrió todo lo contrario. Sánchez se disparó en el pie. Sacó lo peor de sí mismo ante el asombro de propios y extraños. Pocas veces ha habido un debate electoral en televisión tan decantado, pocas veces hemos visto tanta unanimidad en la opinión pública y publicada, que diría el personaje, sobre quién ganó y quién perdió el debate.
Todavía andan lamiéndose las heridas y buscando culpables: su jefe de Gabinete, Le tienen muchas ganas/celos en el partido después de pasar de “traidor” a “favorito” de Sánchez.
El lunes en Antena 3 Sánchez acabó con las pocas posibilidades electorales de Sánchez. Pero como todo puede ir a peor, la semana le ha dejado tres andanadas terribles procedentes de fuego amigo, que son las peores.
Escándalo con el voto por correo
La primera viene de los sindicatos a los que ha regado y favorecido estos años para tenerlos silentes y mansos. Pero un fallo en Matrix hizo que de repente denunciaran un escándalo en ciernes: el voto por correo es un desastre, faltan millones de votos por entregar a pocos días de que acabe el plazo.
"Están engañando a los ciudadanos con las cifras, hay más de dos millones de votos sin repartir, creemos que no quieren que la gente vote", llegó a decir . Estamos ante un escándalo en ciernes que puede dejar a muchos miles de españoles sin poder ejercer el primer derecho en democracia, el derecho al voto.
Al disparo de los sindicatos amigos ha colaborado activamente un íntimo amigo de Sánchez, José Manuel Serrano, puesto al mando de Correos por Sánchez para pagarle el favor de haber creído en él cuando era un paria expulsado por sus propios compañeros del PSOE.
Han sido los propios sindicatos, y no el PP ni Vox, los que han denunciado que el voto por correo va muy lento y hay riesgo real de que muchos ciudadanos no puedan votar
Serrano, sin experiencia para presidir una empresa de esta magnitud, recibió el premio, 200.000 euros anuales de sueldo, pero Correos pagó los platos rotos: le ha llevado a la ruina económica y al desastre de gestión que culmina ahora con el voto por correo.
Peaje en todas las autovías el año que viene
El segundo disparo de fuego amigo se lo proporcionó el director de la DGT, Pere Navarro. En un inexplicable ataque de sinceridad confesó que a partir de 2024 se va a implantar peajes en todas las autovías del país.
Lo peor no es anunciar un nuevo impuesto en plena campaña electoral, que ya de por sí es un desastre. Lo verdaderamente malo es que Sánchez había desmentido a Alberto Núñez Feijóo ese asunto durante el debate y el director de la DGT certificó ante toda España una nueva mentira del presidente del Gobierno.
La medida está contemplada en el plan de ajuste que el Gobierno envió a Bruselas en abril de 2021 y, aunque ha ido intentando retrasarla y esconderla por lo impopular de la misma, hemos llegado al final del camino.
Rufián enseña la factura de ERC a Sánchez: los indultos
Cuando todo iba ya torcido, llegó la tercera andanada de fuego amigo. Esta vez fue un socio como ERC, por medio de Gabriel Rufián, quien disparó un misil a la línea de flotación del Gobierno durante el debate a 7 en TVE este jueves.
El apoyo de los separatistas catalanes ha tenido un precio: los indultos. Rufián, como cobrador del frac, se encargó de mostrar la factura a toda España. "Hemos conseguido cosas que ustedes no querían, como por ejemplo que nueve personas (presos del ‘procés’) salgan de la cárcel", ha señalado. "Se les obligó a hacer, porque ustedes, si no, hubieran gobernado con un tal Albert Rivera", dijo Rufián ante un Patxi López que literalmente no sabía qué cara poner al ver sus vergüenzas expuestas ante los ciudadanos.
En definitiva, una semana inolvidable para Sánchez que podría dejar huella en el resultado del 23J. De momento, lo que parece claro, es que la euforia artificial que Sánchez había tratado de transmitir en la precampaña se ha borrado de un plumazo y vuelve a nadar contracorriente.