Feijóo y su Gobierno de exministros socialistas que deja en evidencia a Sánchez
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, podría nombrar un Ejecutivo con ministros del PSOE que han renegado del ‘sanchismo’. Estos son los nombres.
¿Imaginan un Consejo de Ministros presidido por Alberto Núñez Feijóo formado por exministros de gobiernos del PSOE que han abjurado de Sánchez y del ‘sanchismo’? Aunque suena surrealista y la realidad es que muy probablemente la mayoría no aceptaría el cargo -o sí-, lo cierto es que ese Ejecutivo sería factible y viable. Y esa simple posibilidad deja en muy mal lugar a Pedro Sanchez: muchos de su familia política le rechazan con argumentos. Empezamos:
1.- Alfonso Guerra, vicepresidente
Podría volver a ocupar el cargo que ya tuvo nada menos que durante 9 años, en los primeros gobiernos de Felipe González, desde 1982 hasta 1991. Además, en el PSOE, fue vicesecretario general, portavoz parlamentario y secretario de Organización.
Un socialista de pura cepa que, sin embargo, ha encabezado las críticas a Sánchez desde hace años. Son múltiples y más variadas y por muchos conceptos: la ley de violencia de género; los indultos, los pactos...
La más reciente tiene solo días. En un artículo publicado en The Objective se preguntaba si tras la debacle electoral del PSOE el 28M “quizás ha llegado el momento en que los socialistas se pregunten si no será el problema el candidato”.
Guerra: “Sánchez "ha abandonado el socialismo liberal que ha impregnado el partido durante 140 años" y "lo ha sustituido con una alianza de radicales, populistas, independentistas y herederos del terror” (The Objective, 01/06/23)
2.- Juan Alberto Belloch, ministro de Justicia
De profesión juez, conoce bien esta cartera que asumió en 1993 bajo un gobierno de Felipe González y desempeñó, en algunos momentos de manera simultánea con Interior, hasta 1996.
Recientemente, a raíz de la presentación de sus memorias 'Una vida a larga distancia. Memorias de un juez y político independiente’, Belloch se ha destapado como uno de los mayores y más duros críticos de Pedro Sanchez.
Belloch: “Sánchez decide que lo importante, lo decisivo, es el poder y que todo lo demás es innecesario o irrelevante y no tiene escrúpulos en coaligarse con partidos separatistas o de ultra izquierda para resolver cualquier tema parlamentario. Esa es la realidad” (COPE, 03/07/23)
3.- José Luis Corcuera, ministro del Interior
También desempeñó ese cargo durante la época de Felipe González, entre 1988 y 1993. Militó en el PSOE durante 40 años, hasta 2017 cuando la convulsa llegada de Sánchez le convenció para darse de baja.
Desde entonces ha sido muy crítico con la deriva del partido y las políticas del actual presidente del Gobierno.
Corcuera: “De las políticas del presidente Pedro Sánchez muy pocas cosas me sorprenden ya. Uno está habituado a ver cómo dice una cosa y posteriormente hace la contraria. Desgraciadamente, los españoles han perdido la cuenta. La desaparición del delito de sedición, por ejemplo, me parece uno de los principales errores qué ha cometido este Gobierno” (El Debate, 12/01/23)
4.- César Antonio Molina, ministro de Educación y Cultura
Es un intelectual respetado: poeta, ensayista y novelista, además de profesor de Universidad, fue ministro de Cultura entre 2007 y 2009 en un Gobierno presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Recientemente ha estallado contra el sanchismo, hasta el punto de aparecer en un mitin del PP junto a Feijóo para pedir el voto para él.
César Antonio Molina: “Sánchez es como un okupa al que hay que echar legalmente. Cree ser dueño de una empresa llamada España, que somos sus empleados, y no, en todo caso somos los accionistas, y las explicaciones nos las debe él a nosotros. Si el directivo no cumple, se le cesa” (El Mundo, 12/07/23)
5.- Cristina Alberdi, ministra de Asuntos Sociales
Es una de las exministras socialistas más críticas desde hace años con su propio partido y en especial con Pedro Sánchez. Son múltiples las declaraciones vertidas en este sentido por la que fuera ministra de Asuntos Sociales con Felipe González entre 1993 y 1996.
Una de las últimas críticas vino a raíz del intento de reforma del sistema de elección de los magistrados del Tribunal Constitucional. Ese escandaloso intento del Gobierno asaltar al Alto Tribunal y colonizar las instituciones del Estado fue paralizado por el Tribunal Constitucional.
Alberdi: “Sánchez está socavando los cimientos de la democracia. La preocupación es grande y no sabemos hasta donde nos puede llevar esto” (Antena 3, 16/12/22)
6.- Julian García Vargas, ministro de Sanidad
Fue uno de los más fieles ministros de Felipe González, primero como ministro de Sanidad entre los años 1986 y 1991 y después al frente de Defensa desde 1991 hasta 1995. Ha sido discreto en sus apariciones públicas, pero el año pasado firmó un manifiesto de la Asociación para la Defensa de los Valores de la Transición, suscrito por de 200 personalidades, contra el proyecto de ley de Memoria Democrática.
García Vargas: ”Nuestro vigente sistema democrático se fundamenta en ese gran pacto constitucional de 1978, que refrendó una amplísima mayoría de españoles. Y, por ello, no podemos aceptar que ese pacto sea objeto de una tergiversación tan injusta y tan ajena a la verdad histórica, como hace el proyecto de ley (de Memoria Democrática), incluso abriendo la posibilidad de extender el periodo sospechoso de la dictadura hasta el 31 de diciembre de 1983” (11/07/22)
7.- Javier Sáenz de Cosculluela, ministro de Transporte y Obras Públicas
Sáenz de Cosculluela ha sido de casi todo en el PSOE. Diputado, portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, secretario general en La Rioja y ministro en los Gobierno de Felipe González. Concretamente tuvo la cartera de Obras Públicas y Urbanismo entre 1985 y 1991.
Se ha convertido en otro de los críticos de Sánchez. Sus reproches han sido públicos desde el año 2020. También se señaló al firmar un manifiesto en diciembre del año pasado junto a 400 personalidades mas contra la reforma de los delitos de sedición y malversación impulsada por el Gobierno de coalición. En ese escrito afirmaban que la reforma tenía como objetivo “obtener a cualquier precio el apoyo parlamentario de los partidos separatistas y de los que están contra la Constitución”.
Sáenz de Cosculluela: “No soporto la idea de un dirigente del PSOE comiendo con uno de Bildu” (LaRioja.com 02/03/23)
8.- Virgilio Zapatero, ministro de Presidencia
Desempeño ese cargo, Ministro de Presidencia de Felipe González entre los años 1986 y 1993. Siete años en el gobierno socialista no le impiden manifestarse abiertamente contra Sánchez, de manera especial contra sus pactos con Bildu. A su juicio aquel PSOE de González nunca hubiera firmado pactos con ese partido.
Virgilio Zapatero: “La Ley de Memoria de Sánchez y Bildu es un insulto a todos los demócratas españoles. El PSOE de Felipe González nunca habría llegado a pactos con Bildu”
9.- Eduardo Serra, ministro de Defensa
Serra es el único de esta lista que no fue ministro con un Gobierno socialista. Eso sí, fue secretario de Estado de Defensa con Felipe González entre 1984 y 1988 y luego también desempeñó el cargo de ministro de Defensa en el Gobierno popular de José María Aznar durante 4 años, de 1996 a 2000.
Estampó su firma el año pasado, junto a más de 200 personalidades de diversos ámbitos, para exigir a Sánchez la retirada de la Ley de Memoria Democrática por “tergiversar” el pacto constitucional del 78 y sembrar de una “infamante sospecha” sobre todo el periodo de la Transición. Además ha protagonizado algunas declaraciones en las que se aleja con claridad del ‘sanchismo’.
Serra: ”Sánchez ha dado pruebas más que preocupantes de no ser un demócrata. No ha respetado tres principios fundamentales de la democracia: el respeto a la ley, a la división de poderes y a las minorías”. (El Mundo, 16/06/23)
10.- Máximo Huerta, ministro de Cultura
El ministro más efímero de todos los que ha nombrado Pedro Sanchez en sus años de Gobierno duró una semana al frente de la cartera de Cultura, del 7 al 14 de junio de 2018.
No se ha caracterizado por sus declaraciones contra el Gobierno, pero hace pocos meses, en una entrevista dejó entrever la egolatría del presidente y su decepción con él, que no solo aceptó su dimisión sin pestañear sino que en vez de interesarse por su estado anímico en aquellos momentos se preocupó sólo por su propio futuro político.
Huerta: “Cuando dimití, entré al despacho de Sánchez y lo paradójico es que me dijo “todos acabamos mal, ¿de mí qué dirá la historia? Yo ahí sólo pensaba que había ido ahí a hablar y no estaba diciendo nada” (Cuatro 25/01/23)