Sánchez vota entre gritos de mentiroso y presidente: "Tengo buenas vibraciones"
División de opiniones a la llegada y salida del líder socialista, junto a su mujer, al Colegio de Nuestra Señora del Buen Consejo donde ha recibido apoyo y ataques a partes iguales.
Puntual, sobre las nueve de la mañana, aparecía Pedro Sánchez por el Colegio de Nuestra Señora del Buen Consejo de Madrid. Lo hacía acompañado, como suele ser habitual cada vez que ejerce su derecho a voto, de su mujer Begoña Gómez y entre división de opiniones entre los presentes. El clásico “¡presidente, presidente!” por parte de un grupo de simpatizantes socialistas situados junto a la puerta del centro se ha mezclado con los abucheos y los gritos de “mentiroso” o “¡fuera, fuera!” que se escuchaban desde el otro lado de la acera. Tampoco podía faltar el ya clásico “¡Que te vote Txapote!”.
En estos dos vídeos, uno de las redes sociales y otro de EDATV, se pueden ver perfectamente las dos partes: la del apoyo, junto al colegio electoral; y la de los abucheos desde el otro lado de la acera.
La misma escena se ha repetido a su salida del colegio tras votar rodeado de medios de comunicación y después de, como buen ciudadano, hacer la cola correspondiente para hacerlo. El actual presidente del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección se ha parado a valorar cómo afronta este día decisivo y las sensaciones que tiene al respecto. De nuevo, Sánchez ha vendido su mensaje de optimismo.
"Tengo buenas vibraciones. Los españoles son los que van a decidir el futuro y avance de nuestro país y hay que escuchar sus voces. Animo a la participación y a la movilización porque es un momento muy importante para nuestro país y nuestra democracia", ha expresado un Sánchez que afirma vivirá la jornada electoral junto a su familia.
A la salida del edificio, se ha parado con ese grupo que portaba pancartas del PSOE para saludarles y ha cogido raudo y veloz su coche oficial. Raudo y veloz como su sospechoso paseo en bici en la jornada de reflexión que todavía da de qué hablar. Y es que, el líder socialista no se libra de la sombra de la sospecha de un nuevo fake ni a 24 horas de jugarse todo en las urnas.