El voto CERA no cambia nada y el PP queda a 253 votos en Girona del escaño clave

En pocas elecciones el voto CERA, el voto de los españoles residentes en el extranjero, había causado tanta expectación pues un cambio de escaños puede suponer que los diferentes bloques de izquierda o derecha tengan más facilidades para formar gobierno. En Girona estaban puestas muchas esperanzas del PP, pero al final el voto CERA no ha cambiado el resultado del 23 de julio.

El cambio del escaño de Junts al PP, que no se ha producido, hubiera deparado que los de Puigdemont hubieran tenido que votar sí, y no solo abstenerse en la segunda vuelta

Recuperar escaños era imprescindible para el PP, y obligaría por ejemplo a Junts, el partido de Carles Puigdemont, a tener que mojarse más y no abstener sólo en una investidura de Pedro Sánchez, sino a votar sí, pues los bloques del PP y del PSOE empatarían 172 escaños. Al final este objetivo no ha podido ser por 253 votos, que son las papeletas a las que se ha quedado el PP en Girona, de arrebatarle un escaño a Junts.

La noche del 23 de julio el PP se quedó a 363 votos de conseguir un escaño en Girona, que finalmente recayó en la candidatura de Junts. Tras el recuento del voto exterior, el PP se queda rozando el ansiado escaño catalán por sólo 253 votos.

Al PP le queda esperar al escaño de Madrid, que podría arrebatarle al PSOE y sería para Carlos García Adanero, aunque se antoja difícil ya que el voto CERA está mostrando mayoría de izquierda. En Cantabria, aunque se cuente la urna de votos CERA que ha llegado tarde -una de las polémicas-, no habrá tampoco cambio de escaño -se lo disputaba PP a Vox-.

Otro de los escaños en disputa, el de Tarragona entre el PSC y Junts, tampoco se ha movido tras el recuento del voto CERA. Los socialistas se quedaron las noche del 24 de julio a 1.298 votos de conseguir el escaño que estaba en juego, que finalmente ha mantenido Junts.