El boomerang del 23J: el Rey atrapado en el laberinto y Sánchez en Marruecos

Quince días después de que los españoles acudieran a votar, la política nacional está absolutamente empantanada, el presidente en unas polémicas vacaciones en Marruecos, y la gobernabilidad del país en manos de un prófugo de la Justicia y de un partido cuya portavoz en el Congreso, Miriam Nogueras, afirma publicamente que España es un “estercolero putrefacto”.

Las exigencias desde Cataluña están ya sobre la mesa: amnistía y referéndum; una quita de deuda de 70.000 millones de euros; y 'pinganillos' en el Congreso y Senado para hablar en catalán, euskera y gallego.

En estos quince días, el único intento de acercamiento de Alberto Núñez Feijóo al presidente ha acabado con un portazo a los 11 millones de votos que representan PP y Vox despachado con cajas destempladas con una carta desairada, y una catarata de insultos de los socialistas de guardia.

Pero donde sí se está moviendo la tramoya postelectoral es en Cataluña y el País Vasco, los grandes artífices del nuevo ejercicio de resistencia de Sánchez. En los Pirineos, ERC y Junts avivan sus navajazos tras la carambola que ha convertido al huido en Waterloo en la llave maestra de la política española.

Nada se va a aclarar hasta el día 17, cuando con la constitución de las Cortes Generales arranque formalmente la legislatura. No será una cita para la concordia y la unidad. Será eso sí un ensayo general y un alineamiento de fuerzas

Pero peleas al margen, sus exigencias están ya sobre la mesa: amnistía y referéndum; una quita de deuda de 70.000 millones de euros; y pinganillos en el Congreso y Senado para hablar en catalán, euskera y gallego.

Sánchez sigue dando la espalda a Feijóo y sus 11 millones de votos, ajeno a todo y en ... Marruecos.

En el País Vasco, con el PNV en el papel de boxeador sonado que lanza puñetazos al vacío sin encontrar a su adversario, Arnaldo Otegi apuntala su plan maestro con la vista puesta en 2024. Ajuria Enea al alcance y manejando los hilos en Navarra con Sánchez de rehén y María Chivite de presidenta investida por los batasunos. El escenario soñado por los proetarras.

Nada se va a aclarar hasta la jornada solemne del día 17, cuando con la constitución de las Cortes Generales arranque formalmente la legislatura. No será una cita para la concordia y la unidad. Será eso sí un ensayo general y un alineamiento de fuerzas, que tal vez sólo le sean útiles a dos personas.

A Pedro Sánchez para encarrilar su camino al poder siendo perdedor en las urnas. Y al Rey Felipe VI, que entrará en escena el día 21 con su ronda de consultas. Tiene apenas un “cameo” en esta película, pero su papel marcará el guión de todo el metraje posterior.

En Zarzuela llevan meses preparando el diabólico escenario. La elección entre un Feijóo ganador en minoría en las urnas y un Sánchez perdedor, pero aupado por el conglomerado Frankenstein. Es la consecuencia del 23J: España está empantanada, Sánchez de turismo por Marrakech y en el gran “bazar” del sanchismo todo se compra y se vende.