Puigdemont estira la cuerda y Sánchez ya no sabe qué prometer: más catalán
A solo 24 horas de su primera y trascendental decisión, el líder de Junts fuerza el pulso con el presidente del Gobierno y no aclara el sentido de su voto en la elección del Congreso.
Algunos de los interrogantes que provocaron los resultados electorales del pasado 23 de julio pueden comenzar a solucionarse este jueves. La insuficiente victoria del Partido Popular y la complejidad para reeditar un Gobierno nuevamente liderado por Pedro Sánchez dejó todas las dudas del mundo.
Este jueves se constituyen las Cámaras de la XV Legislatura y alguien tendrá que presidir tanto el Congreso como el Senado. En la Cámara Alta no hay duda ya que será gobernado por un representante del Partido Popular teniendo en cuenta la mayoría absoluta que allí obtuvieron los de Núñez Feijóo. Incluso ya se sabe que el socialista Guillermo Fernández Vera, expresidente de la Junta de Extremadura, ocupará el puesto de vicepresidente.
Sin embargo, en el Congreso de los Diputados todo son dudas. El partido de Carles Puigdemont, huido de la justicia española, se reunirá solo dos horas después de que comience la sesión para decidir el sentido del voto de sus 7 representantes en la Cámara Baja.
El expresidente de la Generalitat sigue estirando la cuerda y, a través de su cuenta de Twitter, ha vuelto a dejar claro que "no podemos avanzar nacionalmente a base de promesas formuladas por quien siempre las incumple". Además, Puigdemont ha pedido "hechos comprobables antes de comprometer ningún voto", tanto para la confección de la Mesa del Congreso de este jueves como de la propia sesión investidura.
Desde Bruselas, el líder de Junts asegura que la posición de su partido no ha cambiado pese a las presiones existentes: "No tenemos ninguna confianza en los partidos políticos españoles, toda precaución es poca y las promesas no nos calientan ni enfrían". Puigdemont ha sostenido que esta desconfianza "basada en hechos reales" no desaparecerá por un acuerdo, y que un desacuerdo no hará que esta desconfianza sea más profunda.
Sánchez anuncia que se presentará a la investidura
Por su parte, Pedro Sánchez, que no ha dejado que los periodistas recojan las opiniones de los miembros de su Ejecutiva Federal, ha hablado después a los diputados y senadores que comenzarán este jueves la XV Legislatura formando parte de los grupos socialistas. "Esta no es la hora de presionar al jefe del Estado, ni de cábalas mágicas, es la hora de la democracia", ha dicho el presidente del Gobierno.
Sánchez ha proclamado ante los diputados y senadores del Grupo Socialista su intención de "solicitar la confianza del Parlamento para conformar un Gobierno progresista que consolide en España los avances".
Guiño a los nacionalistas catalanes y vascos
El líder socialista, no contento con el anuncio del martes de proponer a como futura presidenta del Congreso, intenta lograr el favor de Puigdemont prometiendo impulsar las lenguas cooficiales del Estado. "La promoción de las lenguas cooficiales debe ser tarea de todas las instituciones, por eso quiero haceros un anuncio. Vamos a impulsar su uso en las instituciones comunitarias como un compromiso que voy a desarrollar durante la presidencia de la UE. No hay propósito más noble para construir la convivencia", aseguró, en un claro guiño hacia los diferentes partidos nacionalistas, imprescindibles para la reedición de un Gobierno liderado por Sánchez.