El Rey irrumpe en escena para tomar una decisión sin precedentes que le desgasta
La nueva presidenta del Congreso, Francina Armengol, -vieja conocida del Jefe del Estado- lleva el balón del tejado de la Carrera de San Jerónimo al de La Zarzuela. Y comienza el "baile".
El Rey Felipe VI recibe a la presidenta del Congreso en La Zarzuela.
Cumplido el primer trámite con la constitución del Congreso y Senado y la designación de Francina Armengol como su próxima presidenta, el calendario constitucional levanta hoja y apunta ya al Palacio de la Zarzuela, donde Felipe VI y Armengol han mantenido su primer encuentro institucional, tras el regreso a Madrid del Monarca, que ha acompañado en Zaragoza a la Princesa Leonor en su ingreso en la Academia General Militar.
La elección del Rey es diabólica. Encargar a Feijóo formar gobierno en su condición de ganador el 23J, pese a constatar que no le salen los números para salir airoso de la investidura. O endosar el encargo a un Sánchez perdedor en las urnas pero con los avales necesarios encarrilados.
Por cierto, fuentes de la Casa Real confirman la relación cordial y fluida entre la primera y la tercera Institución del Estado que ya el Rey y la ex presidenta socialista se han tratado en numerosas ocasiones en Baleares y Marivent.
Hasta hoy, el Jefe del Estado ha quedado blindado del rifirrafe político. Pero ahora le toca al Rey bajar al barro político. Lo hará el próximo lunes en su tradicional ronda de audiencias a los portavoces. Primer problema: el plantón confirmado del actor decisivo: la portavoz de Junts, Miriam Nogueras. Puigdemont no ha perdonado aún a Felipe VI su contundente discurso del 3-O.
Y una vez escuchados a los portavoces, el Monarca se enfrenta a un dilema inédito: a qué candidato encargar la investidura. Como ha informado ESdiario, Zarzuela ha consultado a juristas y constitucionalistas.
Mientras se constituían Congreso y Senado, el Rey ha acompañado a la Princesa Leonor en su ingreso en la Academia General Militar.
La elección es diabólica. Encargar a Alberto Núñez Feijóo formar gobierno en su condición de ganador el 23J, pese a constatar que no le salen los números para salir airoso de la investidura. O endosar el encargo directamente a un Pedro Sánchez perdedor en las urnas pero con los avales necesarios encarrilados. Pero de la mano de partidos que exigen rebasar la Carta Magna.
Ese balón, con el artículo 99 de la Constitución como referencia, está ya desde este jueves en el tejado del palacio de la Zarzuela tras botar desde el del Palacio de la Carrera de San Jerónimo.
