Las vicepresidentas siguen a la gresca por la entrada saudí en Telefónica
Calviño responde a Díaz que "somos un país serio y protegeremos los datos estratégicos nacionales", ante un proceso que Díaz dijo que "no se podía consentir y había que parar"
La guerra abierta entre los dos sectores del Gobierno por la entrada de la empresa de telecomunicaciones STC de Arabia Saudí en Telefónica, suma y sigue. Si este viernes fue Yolanda Díaz, líder de Sumar quien espetó, a la ministra socialista de Economía, Nadia Calviño: "No podemos consentir que esta operación continúe", en alusión a la compra del 9,9% de las acciones de la compañía española, hoy su compañera de filas en el Ejecutivo le ha contestado públicamente.
"El Gobierno no puede consentir este proceso; hay que pararlo", zanjó este viernes la vicepresidenta segunda. Calviño, vicepresidenta primera, no ha querido aclarar este sábado cuál fue la respuesta que le dio a su homóloga en Nueva Delhi (India), donde asiste a la Cumbre del G-20. Se limitó a indicar a los medios de comunicación que "se trata de una opinión personal" y que se aplicarán "todos los mecanismos necesarios para garantizar la protección de los intereses estratégicos de España".
Como es sabido, la entrada del grupo saudí, participado por la corona de ese país por un valor de 2.100 millones de euros, convierte a la firma STC en el mayor accionista de Telefónica. Una cuestión que no solo ha causado inquietud entre miembros del Gobierno y de la oposición sino que también ha levantado las suspicacias de la Unión Europea que ha indicado que va a estudiar el asunto.
Mientras la parte socialista del Gobierno se muestra a favor de la operación, aunque expresa su cautela ante las críticas, la de Sumar mantiene un rechazo frontal.
"Se estudiará con el máximo rigor"
Calviño, siguiendo el guion habitual en estas situaciones ha evitado echar más leña al fuego ante una noticia que pilló al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, a contrapié, ocupado como está en conservar su sillón pactando con los independentistas catalanes. Así, no hizo comentario sobre las palabras de Díaz y ha recalcado que "España es un país serio" que analizará "con el máximo rigor" la operación.
Precisó que desde el Gobierno se han venido "reforzando todos los mecanismos para proteger los intereses estratégicos nacionales. Tomaremos las decisiones oportunas y activaremos los mecanismos adecuados para proteger el interés general del país y de esta compañía", ha dicho. Y es que, como subrayó la víspera la vicepresidenta segunda, "Telefónica es una empresa estratégica y los datos son el petróleo del siglo XXI. Todo radica en en los datos", precisó.
Calviño ha hecho hincapié en que van a tener muy en cuenta el "papel estratégico" que tiene Telefónica en "la defensa y la seguridad de España" sin olvidar el importante papel de la inversión extranjera "para el crecimiento económico y la modernización tecnológica de nuestro país".