Sánchez mete un gol a la UE: el amo saudí de Telefónica es socio de Putin
El inversor árabe financió un fondo ruso vetado por Washington y Bruselas “por servir a Putin y sus compinches para recaudar dinero”
El gol saudí a en plena presidencia europea es doble: no sólo se le cuela una firma controlada (64%) por un fondo soberano de un gobierno para controlar una empresa estratégica (Telefónica), sino que ese amo inversor ha alimentado con hasta 10.000 millones de dólares un fondo ruso vetado por la UE y EEUU tras la guerra de Ucrania. Lo consideran una mera vía de pillaje de Putin.
El socio saudí ha nutrido diversos sectores rusos: infraestructura, manufactura, petróleo, industria nuclear, logística y comercio minorista. Arrancó con 2.500 millones de dólares tras la primera invasión rusa de Ucrania y fijó su techo en 10.000 millones de dólares en vísperas de la segunda agresión bélica.
Fue la primera institución de inversión rusa en abrir una oficina en Arabia. Sigue abierta pese a la guerra y mantiene la inversión saudí, cifrada en 10.000 millones de dólares según los expertos. Su ceo recibió la Orden del Mérito de Segunda Clase del Rey Abdulaziz por decreto del monarca actual, Salman bin Abdulaziz Al Saud, por su fortalecimiento de la cooperación entre Rusia y Arabia Saudita.
En 2022, tras la invasión de Ucrania, EEUU sancionó al fondo ruso. “Como ordenó el presidente Biden, se sancionó al fondo soberano ruso, con exposición al sistema financiero de los Estados Unidos, y a su director ejecutivo (CEO), un conocido aliado de Putin. Putin y su círculo íntimo de compinches han dependido durante mucho tiempo del fondo soberano y su ceo para recaudar fondos en el extranjero, incluido Estados Unidos”. Ha captado más de 40.000 millones de dólares del extranjero.
...Putin y su círculo íntimo de compinches han dependido durante mucho tiempo del fondo soberano y su CEO para recaudar fondos en el extranjero, incluido Estados Unidos
La UE calcó su veto: “Después de ser agregado a la Lista SDN [personas o empresas bloqueadas] en los Estados Unidos, el fondo soberano ruso ahora enfrenta restricciones bajo las sanciones de la UE. Las nuevas medidas de la UE prohíben la inversión, participación o contribución a proyectos cofinanciados por este fondo soberano. Esto también se aplica a proyectos en los que este fondo tiene participaciones”.
El fondo saudí alegó que “no tiene actualmente la intención de utilizar ningún producto de ninguna oferta en el marco de este programa para la financiación de proyectos en Rusia o con el fondo soberano en violación de las sanciones aplicables”.
Pero Putin ya recibió más de 2.500 millones de dólares del hoy socio saudí de Telefónica en vísperas de su segunda invasión de Ucrania. Y los expertos calculan que llegó a los 10.000 millones. Y UE o EEUU no distinguen sobre programas financiables o no de este fondo ruso. Prohíben todas las operaciones.
Putin ya recibió más de 2.500 millones de dólares del hoy socio saudí de Telefónica en vísperas de su segunda invasión de Ucrania. Y los expertos calculan que llegó a los 10.000 millones
Debilitamiento del CNI
La invasión saudí de Telefónica se produce tras el debilitamiento de dos blindajes. El CNI se sintió vendido y se resquebrajó tras el espionaje a los independentistas catalanes. Aprendió que por encima de la seguridad nacional está el jefe.
Sus informes, de existir, sobre esta pausada y oculta toma de Telefónica deberían llegar a Sánchez. Y, casualmente, su ministro de la Presidencia, no Economía, debilitó los controles para invertir en España con un decreto el pasado julio. “Se suprime la obligación de declaración para las inversiones en valores negociables que no llevan aparejada la intención de influir en el control de una empresa”.
La inversión saudí clona su decreto. Permite la inversiones extranjeras en firmas que afecten a la seguridad nacional, vetadas con la ley de 2003, “cuando no alcancen el 5 por ciento del capital social de la sociedad española, siempre y cuando no permitan al inversor formar parte, directa o indirectamente, de su órgano de administración”.
Y el primer bocado saudí es precisamente del 4,9% del pastel telefónico, pero susceptible de ampliarse al 9,9%. Justo el tope sanchista: “siempre y cuando se comprometa a no utilizar, ejercer ni ceder a terceros sus derechos de voto, ni a formar parte de cualesquiera órganos de administración de la sociedad cotizada”.
A lo pies de Putin
"La solicitud de autorización se dirigirá a Defensa y su resolución corresponderá al Consejo de Ministros a propuesta de la titular de Defensa, y previo informe de la Junta de Inversiones Exteriores".
Riad da por hecha la aprobación sanchista de su 9,9%: “STC firmó instrumentos financieros que le otorgarán derechos de voto sobre el resto de la participación adquirida después de obtener la aprobación de las autoridades pertinentes”. No habla en condicional.
Sabe el poder que compra: “líder en Europa con una cartera única de los mejores activos de infraestructura y plataformas tecnológicas de vanguardia, una presencia significativa en tres de los mayores mercados europeos (España, Alemania y el Reino Unido), además de su gran presencia en América Latina”.
Telefonía nacional, información sensible y contratos con Defensa a los pies de un socio de Putin.