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Crece la tensión en el PSOE: Felipe González y Alfonso Guerra desafían a Sánchez

La expulsión de Nicolás Redondo por criticar al líder y la posible ley de amnistía abre una brecha enorme entre los socialistas históricos y el nuevo PSOE, dispuesto a callar "a sus mayores"

El expresidente del gobierno Felipe González, conversa con el exvicepresidente Alfonso Guerra.

Publicado por
Raúl Puente

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Todas las miradas se dirigían este jueves por la tarde-noche en los Premios Iberoamericanos Torre del Oro en Sevilla hacia la fila de butacas que ocupaban dos históricos del PSOE que están estos días en boca de todos. Felipe González y Alfonso Guerra se sentaron prácticamente juntos y charlaron distendidamente ante la mirada de presentes y de los medios gráficos. Su rechazo al camino y las decisiones que está tomando el partido al que pertenece de un tiempo a esta parte les ha puesto en el punto de mira de la actual cúpula socialista, a la que no le gusta que alcen la voz.

En el punto de mira estaba también otro veterano como Nicolás Redondo, que en las últimas horas ha sido expulsado del partido por su "reiterado menosprecio" a las siglas del partido. Un motivo lejos de la verdadera realidad: criticar la ley de amnistía que Pedro Sánchez va a llevar adelante para contentar a los independentistas catalanes y recibir su apoyo en la investidura. Y después, viene la exigencia de la consulta de autodeterminación.

En contra de estos dos conceptos también están González y Guerra, que aunque puedan acabar como su ya excompañero Redondo, parece que van a seguir desafiando a Sánchez. El propio expresidente lo manifestó durante su intervención y dejó bien claro que no se va a callar si algo no le gusta. Y parece que no son pocas cosas las que no le convencen de la deriva actual del partido que una vez encabezó.

Felipe González advierte que “no va a tragar con todo”

Es por ello que durante su turno quiso reivindicar que él es un hombre libre y como tal puede decir lo que piensa realmente en cada momento, le guste o no a la actual cúpula de su partido. “Ahora el partido lo dirigen otras personas”, expresó la ministra portavoz Isabel Rodríguez en un claro menosprecio, haciendo ver que por ser mayores ya no pintan nada, hacia uno de los referentes del socialismo.

A pesar de ello, Felipe González lo tiene claro y avisa que puede aceptar la etiqueta de “controvertido”, ya que alguien al que le definen así es alguien que no traga con todo.

Que nos libren de los no controvertidos, los que son capaces de quedar bien con todos a la vez, porque algo tienen, ya que controvertido hay que ser

Además, sobre la expulsión de Nicolás Redondo, ha puesto el ejemplo de su padre, histórico líder de UGT, contando uno de los momentos que vivieron juntos. Ha asegurado que cuando convocó una huelga general en diciembre de 1988 contra la reforma de las pensiones que promovía el Ejecutivo que él presidía entonces, a él nunca se le pasó por la cabeza expulsarle. Y es que por aquellos días el dirigente sindical era diputado, además de militante.

Alfonso Guerra y la inmadurez de Sánchez

Por su parte, Alfonso Guerra no intervino en este acto porque no estaba premiado como González, pero sí que se leyó un discurso suyo en un acto de homenaje al que fuera presidente del Senado, Juan José Laborda, y que coincidía en tiempo con estos premios.

En ese texto, el que fuera vicepresidente durante 9 años, ha vuelto a cargar contra Sánchez por lo que considera un intento de destrucción del pacto constitucional. No se ha mencionado expresamente una posible amnistía a los implicados en el 'procés', pero es obvio por donde van los tiros teniendo en cuenta estas palabras y las de estas semanas al respecto, con Guerra siendo uno de los más beligerantes con el actual presidente en funciones y sus intenciones con los separatistas.

El histórico socialista también ha alertado sobre la inmadurez que reina estos días en política y que parece ser considerada como un mérito mayor. En referencia a eso, cierra con una frase que explica su pensamiento acerca de lo que está sucediendo en el PSOE actual y su menosprecio a él y sus compañeros veteranos.

En el mundo de la política se relega a los capitanes con destreza y experiencia y se les obliga a permanecer en la orilla mientras se entrega el gobierno a los grumetes