El PNV juega a tres barajas y desconcierta a su militancia que recela de Sánchez
Los peneuvistas celebran este domingo su Alderdi Eguna (Día del partido) en el peor momento de las últimas décadas. Con sus bases desorientadas y coqueteando en varios frentes.
Una reunión secreta entre Alberto Núñez Feijóo y Andoni Ortuzar. Un viaje del mismo Ortuzar a Waterloo para fotografiarse con Carles Puigdemont -a espaldas de Urkullu, que no se habla con el fugado desde 2017- y línea directa entre el ministro Félix Bolaños y el portavoz peneuvista, Aitor Esteban.
"En el PNV tenemos interlocución con todo el mundo", se repite estos días en Sabin Etxea, cuartel general del partido vasco. "Damos palos de ciego, estamos noqueados", añade a ESdiario un dirigente peneuvista con décadas de experiencia en Madrid.
Lo cierto es que este domingo, el EBB ha convocado a sus bases en el tradicional Alderdi Eguna (Día del partido) al que llega en su peor momento en décadas: desorientado como nunca, con sus bases dividididas sobre la estrategia de pactos en el Congreso, un electorado envejecido y sus caladeros más jóvenes coqueteando con Bildu.
Cabe recordar, en este sentido, que hace un año el PNV abrió una aplicación interna para sonder a sus bases sobre los acuerdos con Sánchez. La mitad de los que opinaron lo hicieron en contra del conglomerado Frankenstein.
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y Puigdemont en su encuentro la pasada semana en Waterloo para coordinar estrategias.
Prueba de la esquizofrenia que se vive en el PNV desde las elecciones municipales del 28M -agravada el 23J- es la decisión de Ortuzar de reunirse con Feijóo sin hacerlo público (cuando el lendakari ha publicitado sus conversaciones telefónicas con el gallego) y viajar una semana después a rendir pleitesía a Puigdemont. Con un añadido, el viaje agendado por la Ejecutiva del partido se hizo a espaldas de Urkullu.
"En el PNV tenemos interlocución con todo el mundo", se repite estos días en Sabin Etxea, cuartel general del partido vasco. "Damos palos de ciego, estamos noqueados", añade a ESdiario un dirigente peneuvista con décadas de experiencia en Madrid.
El lendakari -al que todos miran con lupa para detectar si quiere optar a un tercer mandato o decide abandonar- no se habla con el expresidente catalán porque se considera traicionado. En su labor de mediador en los días convulsos Urkullu se sintió traicionado porque el fugado incumplió su palabra de convocar elecciones en vez de declarar la DUI.
Con este panorama, combinando fotos tan extrañas como las de Esteban con Gamarra y Ortuzar con Puigdemont, con el aliento de los de Arnaldo Otegi en el cogote, llegan los militantes del PNV a las campas vitorianas de Salburúa este domingo. Allí marcará la hoja de ruta Ortuzar y hablará también Urkullu. Otra cosa será que digan lo mismo.