Sánchez, ni confirma ni desmiente: empieza a abonar su pacto con Puigdemont
El líder socialista, experto echando balones fuera, comienza a preparar el terreno para aceptar públicamente y ante toda España que ya tiene pactada la amnistía con los independentistas.
El presidente del Gobierno en funciones comienza una nueva fase en su plan para precisamente dejar de serlo y convertirse de nuevo en el líder del Ejecutivo con todos los poderes. Un objetivo, una misión, con un precio muy caro que pagaremos todos los españoles. Pedro Sánchez comienza a preparar el terreno para la confirmación de lo que gran parte del país teme: sí, Carles Puigdemont y el resto de independentistas tendrán su amnistía. Ya está todo atado… y eso sólo es el primer paso.
El fugado en Waterloo sabe de su importancia para el líder del PSOE y este mismo miércoles ponía otro apartado más a la lista de peticiones: perdonar la deuda de Cataluña. 450.000 millones de euros. Casi nada. Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, a quien van dirigidos estos mensajes sigue haciéndose el despistado para posponer lo máximo posible el admitir públicamente que se ha vendido a los separatistas que, por otro lado, están sabiendo jugar sus cartas y con la necesidad del máximo dirigente socialista.
Sánchez, desde Nueva York, sigue echando balones fueras y en las últimas horas ha evitado desmentir a Oriol Junqueras, que el día del estreno de las lenguas cooficiales en el Congreso aseguró que la amnistía ya estaba pactada, dejando a su socio a los pies de los caballos. Sin embargo, el jefe socialista sabe nadar en estas aguas y se encuentra cómodo. A pesar de ello, es inevitable que el resto se de cuenta. El ejemplo más claro en esta comparecencia, en la que Pedro Sánchez se negó a decir que Puigdemont debe de ser juzgado. Unas palabras que muchos entienden como parte de ese abono y ese cuidado para no ofender a los que necesita.
Además de esto, hasta en dos ocasiones, a preguntas de los periodistas, Sánchez se iba por los cerros de Úbeda para no aclarar si el líder de ERC miente al decir que cuando se pactó apoyar al PSOE para que obtuviera la presidencia del Congreso también se acordó la amnistía.
"Las conversaciones pueden ser discretas pero los acuerdos son transparentes", ha sido lo máximo que ha dicho el presidente en funciones, que después ha vuelto a escudarse en Alberto Núñez Feijóo y su investidura al asegurar que es el "momento" del líder del PP. Excusa perfecta para seguir alargando el momento de dar explicaciones de forma abierta y sin secretismos.
Ahí hablaré con total franqueza, con total transparencia, sobre cuáles van a ser las líneas maestras de una hipotética administración liderada por el Partido Socialista