Un diputado de Junts vota sí a Feijóo y Armengol decide hacer la vista gorda
Aunque la secretaria de la mesa Carmen Navarro, del PP, ha contado el voto como un "sí", la presidenta de la misma ha aceptado las alegaciones de Junts y han acabado dando el voto por nulo.
Mira que no es tan difícil. Mira que tan sólo es decir sí o no y es lo único que tienen que hacer durante toda la mañana. Concentrarse para el momento en el que digan tu nombre, levantarte y decir con voz alta y clara tu voto. Pues ni con esas. Después de lo que ocurrió este miércoles con Herminio Rufino Sancho, diputado del PSOE por Teruel que votó a favor de Feijóo, otra vez un diputado se ha vuelto a equivocar a la hora de emitir su decisión. Es una anécdota y todo queda en eso porque no cambia el resultado final, pero sin duda es un ejemplo de la clase política que tenemos hoy en día y algunos de los políticos que representan a los ciudadanos.
En esta ocasión el que ha metido la pata hasta el fondo y ha quedado en ridículo porque, repetimos, tan difícil no es, ha sido Eduard Pujol, parlamentario de Junts. El representante en la Cámara de la formación del fugado Puigdemont ha dado el sí a la investidura de Feijóo. Cosas del destino. No podría ser de otro partido. El diputado de Martorell ha intentado rectificar en el momento pero la secretaria de ese momento, la popular Carmen Navarro, ha contado el voto como un sí.
La sonrisa nerviosa de la portavoz y líder de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, y del resto de compañeros lo decían todo ante un Pujol que suspiraba y daba explicaciones consciente de su error. Un error que no iba a tener consecuencias e incluso finalmente, gracias a la benevolencia de la mesa del Congreso y la presidenta de la misma, la socialista Francina Armengol, ha sido contado como nulo tras las reclamaciones de los independentistas y la indignación de gran parte del hemiciclo.
Sin dar explicaciones, Armengol ha pedido silencio y respeto en varias ocasiones en vez de dar los motivos por los que rectificaba. De nuevo, al igual que ocurrió por ejemplo con las lenguas cooficiales que se están usando en el Congreso antes de que la ley haya sido aprobada, Armengol vuelve a hacer valer su posición de poder para utilizar las instituciones a su antojo. Otra más para la lista.