Coalición Canaria "se vende" a Sánchez y lo justifica como un favor a España
Fernando Clavijo ha anunciado que su formación se abre a la posibilidad de apoyar al líder socialista. Asegura que lo hace para que no dependa de Junts, pero en realidad su voto no influye.
El Rey Felipe VI y el presidente de Canarias, Fernando Clavijo.
En el juego de la política todos tienen sus intereses que defender y sus objetivos que cumplir. Es por ello que el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, analizando el tablero ha decidido mover su primera ficha para precisamente sacar el mayor partido posible para su región y su partido a lo que está sucediendo en el panorama político español actual. Un panorama incierto y en el que Pedro Sánchez, por mucho que el propio Clavijo se haya erigido como el salvador de España, seguirá dependiendo, de una forma u otra, del fugado Carles Puigdemont y sus votos.
Este jueves el líder de Coalición Canaria, formación que apoyó la investidura de Alberto Núñez Feijóo con su único voto en el Congreso, ha anunciado que se abre a apoyar a Pedro Sánchez en su investidura. Y lo ha hecho alegando que lo hacen para convertir a Junts en "un actor secundario" y así el líder socialista no dependa de su voto afirmativo.
La realidad es que negoció con Feijóo unas condiciones para su apoyo -que no se hicieron públicas- y ahora hará lo mismo con Sánchez, al que intentará sacar el máximo rédito para su parcela. Lo hizo con el popular y ahora lo hará con el socialista. Todo estrategia camuflada en esa salvación de Puigdemont y compañía. Sin embargo, las cuentas no salen.
El voto de Coalición Canaria no cambia la dependencia de Junts
Y es que, poniéndonos en las dos votaciones posibles en la investidura de Sánchez, el voto de los de Clavijo no provoca que Sánchez no dependa de Junts. En una primera votación, en la que el socialista necesitaría mayoría absoluta, con el voto de Coalición Canaria pero sin el de Puigdemont se quedaría en 173 síes insuficientes (176 mayoría absoluta). Lo mismo pasaría con la abstención de los separatistas.
Entonces nos iríamos a la segunda ronda, donde el candidato necesitaría mayoría simple (más síes que noes). En este escenario, sin el voto de Coalición Canaria y si estos votasen en contra, serían 172 votos a favor (122 del PSOE, 31 de Sumar, 7 de ERC, 6 de Bildu, 5 del PNV y uno del BNG) por 171 en contra (136 del PP, 33 de Vox, uno de UPN y el de Coalición Canaria). La abstención de Junts daría la presidencia a Sánchez, al tener esa mayoría simple y por lo tanto, el voto de los canarios no sería influyente.
La cosa cambiaría si Junts votase en contra, que llevaría a nuestro país a unas nuevas elecciones. En ese caso, el escaño de los de Clavijo tampoco cambiaría nada. En definitiva, el máximo dirigente de este partido ha intentado disfrazar su cambio de rumbo (apoyó a Feijóo) apoyándose en el tema de la amnistía y el papel decisivo que tiene Junts y Puigdemont, que sigue teniendo la llave.
El presidente del Gobierno de Canarias y líder de CC, Fernando Clavijo
Por lo tanto, este movimiento de Clavijo responde a parte de su estrategia política. Y es que no puede permitir, en caso de que Sánchez vuelva a ser presidente, que a su partido les cuelguen la etiqueta y les metan en el saco de PP y Vox. De ser así, sería mucho más difícil, por ejemplo, recibir más dinero en el reparto por Comunidades o en asuntos concretos que habría que negociar con el Gobierno central en cuestión.