La "omertá" de Josep Borrell: la gran "traición" a la sociedad civil catalana
El ahora ministro de Exteriores de la UE se ha puesto de perfil con la amnistía y el blanqueo de los golpistas del 1-O. Y ahora muchos recuerdan su activo papel contra ellos en 2017.
Solo la jugosa nómina de superministro de Exteriores de Europa -gracias al dedazo de Pedro Sanchez- explica en estos días convulsos de la política española la transmutación de Josep Borrell.
El gran ausente de la multitudinaria manifestación cívica de este domingo en Barcelona fue el gran protagonista del acto similar que Sociedad Civil Catalana (SCC) organizó en la Ciudad Condal durante el procés (el 8 de octubre de 2017), la que fue el gran antídoto constitucional contra la DUI de Carles Puigdemont.
Quienes le conocen y le frecuentan aseguran que “no están siendo días fáciles” para Borrell. Que el escenario de la amnistía y el protagonismo del fugado de Waterloó le provoca mucha “incomodidad”. Pese a ello, de la boca del antaño político e intelectual combativo con el independentismo no ha salido una palabra más alta que otra.
Cabe recordar que en aquel octubre del 1-O, Borrell fue el gran agitador del constitucionalismo y del propio PSOE contra la deriva unilateral de Puigdemont y Junqueras. Y que lo hizo con brillantez y sin complejos.
Ni siquiera que haya sido en la cumbre de la UE en Granada cuando Borrell haya podido escuchar por primera vez en boca de Sánchez la palabra amnistía.
Borrell con Sánchez, este jueves, en la Cumbre de la Unión Europea de Granada.
Cabe recordar que en aquel octubre del 1-O, Borrell fue el gran agitador del constitucionalismo y del propio PSOE contra la deriva unilateral de Puigdemont y Junqueras. Y que lo hizo con brillantez y sin complejos. No le importó compartir discurso con el PP, con las organizaciones cívicas, ni tampoco estar en el mismo escenario y foros con otros protagonistas de aquellos días como Albert Rivera, Xabier García Albiol, Cayetana Álvarez de Toledo, Albert Boadella o Mario Vargas Llosa.
Borrell debatió con los independentistas que se atrevieron e incluso escribió un aplaudido libro referente contra ellos: Las cuentas y cuentos del independentismo.
Es por eso que estas semanas de debate sobre la investidura de Sánchez a cambio de la amnistía y el blanqueamiento de Puigdemont para muchos catalanes el silencio de Borrell haya sido “estruendoso”. Es entendible que su actual cargo institucional le coartara de asistir a la marcha de este domingo, pero un mensaje de apoyo o una declaración pública de solidaridad parecía obligada. En cambio, Borrell ha preferido ponerse de perfil.
Retumban por eso algunas frases que pronunció en el atril de aquel 8-0 de 2017 contra los ahora blanqueados: "Si habéis venido tantos es para decirle al mundo que los que no pensamos como nacionalistas somos tan de Cataluña como ellos".
"Si se declara unilateralmente la independencia este país se irá por el precipicio. ¡No lo arroje por el precipicio, señor Puigdemont!". Y una que resuena estos días aún más: "Las fronteras son las cicatrices que la historia ha dejado grabadas en la piel de la tierra a sangre y fuego. No levantemos más fronteras porque bastante dolor hemos tenido que pasar para construirlas".