La crisis migratoria pone a Marlaska contra las cuerdas con cifras nunca vistas
Durante este año más de 20.000 personas han llegado a las costas de Canarias en lo que es la peor crisis desde 2006 y evidencia que las políticas migratorias actuales no funcionan.
A Canarias ya la etiquetan como la Lampedusa española. Siempre ha sido protagonista en el mapa migratorio por su posición geográfica pero el archipiélago lleva meses sufriendo la continua llegada de migrantes en cifras nunca vistas, especialmente en cuanto a su continuidad. No son 700 personas llegadas en patera cada tres o dos semanas, sino que son jornadas consecutivas con esas cifras. En total más de 20.000 en lo que va de año, lo que hace que se superen a estas alturas todas las de 2022.
Sin ir más lejos, este mismo domingo fueron 670 los migrantes rescatados en aguas canarias en otra jornada sin descanso para los servicios de emergencia, desbordados. Una vez en tierra, se activan los protocolos para asignarlos a los diversos centros de las islas y especialmente de la península ante la situación que se vive en la zona de llegada.
Unos números que no se veían desde la gran crisis migratoria de 2006 y que ahora se repiten o incluso se superan. Sin duda su solución es compleja y casi imposible, pero es una realidad que las políticas adoptadas al respecto están fallando. A pesar de que la Unión Europea intenta reforzar a base de ayudas económicas a los países de origen para frenar el problema desde su inicio, la realidad es que el sistema falla, con las mafias controlando el panorama y campando a sus anchas.
Además, los avances llegan incluso en este campo, con pateras y cayucos cada vez más grandes. Ejemplo de esto es la embarcación que llegó a inicios de octubre con 271 personas a bordo en la que ha sido considerada la patera más grande desde que hay registros con unos 30 metros de largo (eslora) y unos cuatro de ancho (manga). Una imagen icónica que refleja lo que se vive ahora mismo en este ruta migratoria que crece imparable.
Marlaska viaja a Canarias en medio de la polémica
En este escenario viaja este lunes a las islas el ministro de Interior. Un Fernando Grande-Marlaska que ha sido el foco de las críticas del presidente canario, Fernando Clavijo, con el que precisamente se reúne junto a la Autoridad de Coordinación frente a la Inmigración. Clavijo dijo textualmente que Marlaksa "se tenía que dejar de estupideces" y tomar cartas en el asunto de manera urgente.
La semana pasada viajó hacia Mauritania, uno de los países desde donde más migrantes embarcan, y desde el Gobierno apuntan a negociaciones con otros como Senegal para intentar frenar la llegada masiva desde sus costas. Otras zonas como sur de Marruecos y el Sáhara Occidental, en este caso hacia Lanzarote, son otros de los puntos calientes de la ruta actualmente.
Según informa el diario ABC, Interior poseía informes de que la crisis iba a empeorar desde el mes de junio, debido especialmente a la inestabilidad política en el norte de África. Sin duda se trata de un problema coyuntural, prácticamente imposible de solucionar y muy complejo, pero es evidente que un cambio es necesario. Desde las islas piden que aunque precisamente sea un problema que ya está en cierta parte asumido, se convierta en primer punto para un Gobierno de Sánchez que ahora mismo está a otras cosas, con la investidura de su líder copando todos sus esfuerzos.