El partido de Puigdemont comparte proveedor con la kale borroka catalana
Junts contrata a la empresa que vende chalecos amarillos para revueltas contra Sánchez y folletos del 1-O
Junts, el partido de Puigdemont, ha contratado a la empresa que surte de material a la kale borroka catalana, Global S. Su gerente es un tendero fijo de las algaradas secesionistas. En 2018 suministró chalecos amarillos a la infantería radical catalana que hostigaba la celebración de un consejo de ministros presidido por Pedro Sánchez, hoy potencial socio del fugado cliente de dicha empresa.
Su web se hizo famosa para adquirir el kit del boicot al 21-D. Alegó que vendía chalecos amarillos porque se lo pidieron sus clientes.
Casualmente, al año siguiente, 2019, Global S. tenía como cliente al partido de Puigdemont. Pero su relación no nacía aquí. El huido expresidente tenía una deuda moral y económica con este empresario.
Global S. tenía cero empleados al término de 2018 y 2019, aunque decía que la media era de 4,5 empleados. Con esta microplantilla facturó 1,3 millones cada año. Pero alcanzó la multiplicación de los panes y los peces en los años siguientes: 2,7 millones de ingresos en 2019 y 6 millones en 2021.
Tras el 1-0, en 2017, se sentó en el banquillo por proveer presuntamente material para el golpe de Puigdemont. Los delitos que pesaban sobre este genio del merchandising indepe y demás empresarios implicados no eran menores: rebelión, desobediencia, malversación de caudales públicos, prevaricación...
"Que os den a todos", mensaje indepe tras perder la alcaldía de Barcelona.
Pruebas no faltaban. La Guardia Civil encontró en Montcada i Reixac (Barcelona) 1,3 millones de dípticos y folletos alentando a la ilegal consulta. “Naciste con la capacidad de decidir. ¿Renunciarás? 1 de octubre, referéndum de autodeterminación de Cataluña”. En su parte inferior aparecía el logotipo oficial de la Generalitat. Una parte la imprimió Novoprint por encargo de Global S.
Pero los empresarios implicados usaron diversas bombas de humo ante el juez: no sabemos quién nos contrató de la Generalitat, no hemos cobrado el pedido... Total, fueron absueltos.
Un año más tarde, el empresario volvía a la carga: municionaba la algarada contra Sánchez en Barcelona. Los manifestantes portaban sus chalecos amarillos y sus camisetas rotuladas con “república en construcción, perdonen las molestias”. Puigdemont se reunía con los máximos responsables de la consejería de Interior de la Generalitat cuatro días antes del hostigado consejo de ministros en Barcelona.
"Hasta conseguirlo", lema de camiseta del proveedor de Junts.
Esos cargos habían sido regañados por su jefe, Quim Torra, por cargar contra radicales indepes que boicoteaban actos de Vox. Aprendida la lección de Torra, después toleraron cortes de autopistas por radicales con chalecos amarillos, esa prenda que vende el proveedor del partido Puigdemont y del gobierno catalán.
Global S. tenía cero empleados al término de 2018 y 2019, aunque decía que la media era de 4,5 empleados. Con esta microplantilla facturó 1,3 millones cada año. Pero alcanzó la multiplicación de los panes y los peces en los años siguientes: 2,7 millones de ingresos en 2019 y 6 millones en 2021. ¿Con cuántos trabajadores? Cinco y ocho respectivamente.
Los pregoneros del radicalismo catalán boicotearon el consejo de ministros de Sánchez en la ciudad condal con este gráfico lema: “Tumbemos el Régimen. Por los derechos sociales y políticos, por la autodeterminación, contra la represión".
Igual milagro experimentó su segunda firma más boyante, Global F.: 3,1 millones facturados en 2021 y 700.000 en 2022. ¿Plantilla? Un empleado. El independentismo le rentó. En 2015 apenas facturaba 200.000 euros con Global S. En 2021, con su president huido, ingresó más de 9 millones con sus dos empresas. Lo explicó claro a la prensa: “las ventas de chalecos amarillos van muy bien”.
Las algaradas con tal prenda o sus aguerridas camisetas también iban bien: frente a la cumbre hispanofrancesa en Barcelona de enero de 2023 Puigdemont y CDR promovieron una movilización callejera; en 2019 las protestas contra la sentencia del 1-0 causaron daños por 138 millones de euros, con elementos tan respetuosos como bloqueo de carreteras, ferrocarriles y vuelos; y en diciembre de 2018 los pregoneros del radicalismo catalán boicotearon el consejo de ministros de Sánchez en la ciudad condal con un lema que prueba su afán por el diálogo: “Tumbemos el Régimen. Por los derechos sociales y políticos, por la autodeterminación, contra la represión".
"Sánchez mamón, llama a Puigdemont", camiseta del proveedor de Junts.
Sus camisetas tienen sutiles mensajes para Sánchez. “Sánchez mamón, llama a Puigdemont”. “Que os den a todos”. “Hasta conseguirlo”, remedo del etarra dale duro hasta vencer. El gerente de Global S. es un consumado jugador de póker, pero Puigdemont le supera: gana al Estado con siete escaños.