La negociación Junts-PSOE sigue adelante con aún más exigencias
Turull y Batet viajan a Bélgica para reunirse con Puigdemont antes de volver a sentarse con el PSOE. Junts pretende tensar la cuerda para desmarcarse de lo que Sánchez pactó con ERC
El amor no se rompió, y fue solo una pelea de enamorados. O eso, o que se han querido coger el fin de semana libre, que todo es posible. Jordi Turull, secretario general de Junts, y el presidente del partido en el Parlament, Albert Batet, han viajado a Bélgica este domingo para reunirse con Carles Puigdemont y retomar las negociaciones de investidura del candidato Pedro Sánchez con el PSOE.
Turull y Batet han viajado a Bélgica después de que Junts y el PSOE hayan reiniciado y reconducido el "desencuentro" que se produjo el viernes entre ambas formaciones para avanzar hacia un acuerdo. Precisamente este fin de semana ha servido para que socialistas y Junts hayan retomado los contactos con el objetivo de enderezar las negociaciones según han declarado fuentes de las dos formaciones políticas.
Las conversaciones entre el PSOE y Puigdemont se centrarán en desencallar las diferencias sobre la amnistía, ya que el expresident quiere incluir causas que afectan a dirigentes independentistas por motivos que no están directamente ligadas al 1-O, entre las cuales está la exigencia ya conocida de que la amniistía incluya a los afectados por el 'Caso Volhov', que investiga el presunto desvío de fondos públicos para actividades vinculadas al proceso independentista.
Más exigencias para marcar distancias con ERC
Uno de los afectados en ese caso es el jefe de la oficina del ex presidente catalán, Josep Lluís Alay, mano derecha de Puigdemont. Peros Junt también pretende que la amnistía incluya a otros nombres como el de su abogado, Gonzalo Boye, y el de la expresidenta del Parlament y presidenta de Junts, Laura Borrás.
El parón del viernes ha servido, según fuentes de Junts, para que el partido ponga sobre la mesa "más exigencias" para marcar diferencias respecto al texto de amnistía pactado entre el PSOE y ERC. El partido catalán exige la figura de un mediador internacional e ir más allá así del verificador acordado entre Sánchez y Junqueras, con presencia en una mesa de partidos y no en la mesa de negociación entre gobiernos.
Ambas partes se ven de este modo abocadas a una negociación antes de que termine el plazo que conllevaría el escenario de una repetición electoral. En Junts no existe formalmente un equipo de negociadores. El único que tiene toda la información es Puigdemont y la interlocución con los socialistas la han hecho Turull pero también el abogado del ex president, Gonzalo Boye, pieza clave de la negociación sobre la ley de amnistía.