Málaga le enseña a Pedro Sánchez la indignación de la ciudadanía con la amnistía
El presidente del Gobierno en funciones y el canciller alemán estuvieron retenidos más de una hora en la Subdelegación del Gobierno por las protestas ciudadanas contra el pacto con Junts
Pedro Sánchez ha podido comprobar en sus propias carnes que la indignación ciudadana por la amnistía y sus pactos de Gobierno no es una fantasía. Anoche, cientos de personas se congregaron ante la Subdelegación del Gobierno en Málaga, donde el presidente del Gobierno en funciones mantenía un encuentro con el canciller de Alemania, Olaf Scholz, y cercaron el edificio para elevar sus protestas contra la amnistía al grito de "traidor", reteniéndoles durante más de una hora.
Convocados por la organización juvenil Revuelta, quien se ha otorgado la autoría de la acción contra Sánchez, los convocados han proferido varias proclamas entre las que se escuchaban las habituales dirigidas contra el presidente del Gobierno ('Pedro Sánchez, España no te quiere'), también algún que otro insulto contra el jefe del Ejecutivo en funciones y otras expresiones dirigidas contra los medios de comunicación.
Un grupo de asistentes a la concentración esperó hasta la salida de las comitivas de Sánchez y Scholz, que han abandonado la sede de la Subdelegación del Gobierno con algo más de una hora de retraso y con la seguridad del canciller alemán intentando encontrar una salida. Cuando consiguieron abandonar el edificio, la multitud que se agrupaba a las puertas aumentó la intensidad de los insultos contra el presidente en funciones, con gritos de "traidor" y "mentiroso".
La amnistía se internacionaliza
El primer medio de comunicación en dar la voz de alerta fue FranceNews24 a través de su cuenta de X (antes Twitter) con un posteo a las 21:14 en el que podía leerse "Urgente, España. El Canciller Olaf Scholz y el Primer Ministro español Pedro Sánchez fueron acorralados en un edificio en Málaga por una gran multitud de manifestantes antiseparatistas liderados por @revuelta_es. Los servicios de seguridad del canciller alemán intentan encontrar una manera de sacarlo del edificio". La protesta se internacionaliza, con los medios de comunicación europeos interesándose por la revolución pacífica que la ciudadanía está llevando a cabo en España.