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El PSOE de Sánchez cree superada la amnistía, pero tiene otra grave preocupación

La ley del olvido no será un obstáculo, creen tanto en Moncloa y en Ferraz. Sin embargo les preocupa un frente abierto que no esperaban o infravaloraron en su momento.

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante el acto del PSOE en IFEMA Madrid.

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En el PSOE dan por superado el obstáculo de la amnistía, creen que se salvarán todos los obstáculos para su aprobación, incluida la sentencia del Tribunal Constitucional, pero hay otro asunto agazapado de momento que les preocupa más aún en estos momentos: la venganza de Podemos y cómo puede afectar eso a la estabilidad del Gobierno y, en consecuencia, a la legislatura.

En cuanto a la amnistía, “keep calm and carry on” (mantener la calma y seguir adelante), como dice Pedro Sánchez. Los militantes y los votantes más incondicionales ya han pasado de pantalla. “No nos ha mentido, simplemente no dijo la verdad”, decía uno de esos socialistas de base que acudieron este domingo a IFEMA a la forzada fiesta del PSOE para celebrar la investidura de Pedro Sánchez. Tanto es así que en las últimas horas dos declaraciones de peso han venido a dejar claro que el PSOE da por amortizada la amnistía. Han pasado en poco tiempo de ni siquiera pronunciar esa palabra -la evitaron durante semanas- a hablar de sus bondades.

Así, el expresidente Rodríguez Zapatero, cree que “llegará un día” en el que se dirá abiertamente que la amnistía aprobada por el sanchismo “abrió la puerta a la estabilidad, la convivencia en Cataluña y a una España mejor”. Y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, asegura que gracias a la ley de amnistía este Gobierno va a poder “mejorar el escudo social”. E incluso otro ministro, Óscar Puente, reconoce que de no haber necesitado los votos para la investidura de Sánchez esta ley no se habría presentado.

Ya no se esconden. Están absolutamente convencidos de que por muchos palos en las ruedas que se le pongan a la ley en el Senado o en Europa, nadie la va a detener. El Tribunal Constitucional, en último término, dará el visto bueno final, que para eso Pedro Sánchez se ha encargado de tenerlo comiendo en la mano.

Una legislatura complicada con el "rebote" de Podemos

Sin embargo en Moncloa y en Ferraz son muy conscientes de que esta no va a ser una legislatura sencilla sino todo lo contrario. La presión de la calle, una oposición con más poder que nunca y un poder judicial muy enfadado son obstáculos con los que van a tener que convivir y no va a ser sencillo hacerlo.

Pero el primer gran contratiempo una vez lograda la investidura, probablemente inesperado o mal calculado, es el rebote monumental de Podemos que, con 5 diputados, puede dar mucha guerra. Iglesias, Montero y compañía no se sienten derrotados sino humillados, que es peor. “Buscarán vengarse de alguna manera”, sostienen algunos socialistas .

No obstante, hay quien piensa dentro del PSOE que Podemos no va a tener muchas ocasiones de hacer daño. “Es imposible que se voten en contra de leyes progresistas o de unos presupuestos sociales”, mantienen. Habrá que verlo. Siempre podría quejarse de que el Gobierno no es lo suficientemente de izquierdas y que sólo ellos garantizan que se adopten medidas valientes. De momento lo que se ha visto invita a pensar que Sánchez va a tener más de un dolor de cabeza con Podemos.