Abascal denuncia el "golpe al Estado" en el Congreso y ataca al PP
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha comparecido antes de que comience la solemne Apertura de la legislatura en el Congreso con la presencia del Rey Felipe VI.
"Comienza una legislatura programada para la liquidación del Estado de Derecho en España y que nace de un pacto ilegal con prófugos de la justicia y con todos los enemigos declarados de la unidad nacional y de la legalidad constitucional en España", comenzó asegurando el líder de Vox, Santiago Abascal, antes de la llegada del Rey Felipe VI al Congreso de los Diputados.
"Creemos firmemente que estamos ante un intento de abolición del Estado de Derecho, del fin de la democracia y ante la supresión del poder judicial y, por lo tanto, estamos ante un golpe al Estado y ante la nación", prosiguió Abascal con honda dureza.
Asimismo, ha aseverado que "Vox va a actuar en consecuencia" y, advierte, de que no van a ser "cómplices de ninguna manera" de un Gobierno que "nace de un acto de corrupción" como el que "supone unos políticos llegando a acuerdos con otros para amnistiarles a cambio de unos votos". Y remarca que desde Vox "usarán todas las herramientas a su alcance".
Duros ataques al PP de Feijóo
"Nosotros estamos describiendo [con los descalificativos al PP] la situación y lo cierto es que la petición a Feijóo de una respuesta coordinada al golpe está cayendo en saco roto", afirma Abascal.
Y añade que "el Partido Popular convoca a la ciudadanía a movilizaciones que nosotros estamos apoyando y les confunde porque luego llega a acuerdos con los grupos parlamentarios socialista y Sumar, que son los autores del golpe a la Constitución y Estado de Derecho, y además se niega a reprobar en el Ayuntamiento de Madrid a Pedro Sánchez", subraya.
"No comprendemos la actitud del PP y solo la definimos", señala el líder de un partido que posee multitud de acuerdos con el PP en municipios y autonomías. "Se puede entender como una cobardía o como una estafa a los ciudadanos", añade Santiago Abascal, "nosotros creemos que el problema está en Génova", concluye.