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Y si la crisis de Sánchez con Israel está hecha adrede para tapar la amnistía

Circula entre los mentideros políticos la teoría de que el presidente lo tiene planificado para desviar la atención y conectar con el público de izquierdas desencantado que es pro Palestina

Pedro Sánchez con Netanyahu

Publicado por
Enrique Martínez

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Que Pedro Sánchez a veces parece un personaje de una serie de televisión con sus giros de guion –"cambios de opinión" según él- y las veces que le han dado por muerto y luego ha resucitado, no es ninguna novedad. Tanto, que su política muchas veces se analiza como si tuviera un trasfondo detrás escrito por un guionista de House of Cards. Es lo que ha pasado con la reciente crisis que ha provocado con Israel, que muchos no ven como producto de la bisoñez o de un error del presidente, sino una estrategia premeditada.

Dos factores principales habrían sido determinantes para que Pedro Sánchez forzara la maquinaria con Israel, hasta el punto del choque diplomático con retirada de la embajadora de España incluida: uno, el generar un foco informativo que desvíe la atención nacional del tema de la Ley de Amnistía que desgasta la imagen de los dos socialistas y del Gobierno.

Y, en segundo lugar, recuperar el discurso más de izquierdas y la simpatía de aquellos votantes del PSOE o de izquierdas que no acaban de ver con buenos ojos una amnistía que rompe la igualdad y da privilegios a unos independentistas acusados de todo tipo de delitos. Muchos socialistas se tapan la nariz con la amnistía, aceptándola como el mal menor para que no gobierne el PP. Ese votante ahora desanimado sin embargo sí se siente identificado y solidarizado con la parte Palestina del conflicto con Israel.

Por tanto, Pedro Sánchez estaría consiguiendo un doble beneficio con su conflicto con Israel aunque eso suponga un sacrificio en imagen internacional: que se deje de hablar del incómodo tema de la amnistía, y que el votante de izquierdas le aplauda como un líder capaz de plantarse ante el todopoderoso Estado de Israel y sus socios en defensa de los derechos humanos en Palestina.

En el mundo del sanchismo nada se deja el azar o la improvisación, y Pedro Sánchez puede cometer un traspiés, pero no está toda la semana insistiendo en su postura sobre es Israel pese al cabreo israelita sino es porque tiene un interés premeditado en ello. Aunque España y su imagen sean las que paguen las estrategias de Pedro Sánchez.