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Calviño toma el BEI sin revelar el dueño de la firma que tocó BOE con su esposo

Anticorrupción, frente al striptease fiscal del hermano de Ayuso, no investigó los accionistas en Luxemburgo de la empresa financiada por su gobierno

Nadia Calviño.

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Nadia Calviño presidirá el BEI sin aclarar su pasado. Anticorrupción archivó el calviñazo destapado por este diario sin investigar si su marido, amén de director de márketing de Beedigital, era socio de su matriz en Luxemburgo. U otro familiar.

A diferencia de sus intensas pesquisas con el emérito o el hermano de Ayuso, no cruzó ninguna frontera para averiguar si era accionista algún miembro de la familia Calviño. Un paso ineludible para exonerar o denunciar el potencial conflicto de intereses de dicha sociedad bendecida con contratos, fondos y créditos estatales.

Tampoco sometió al maridísimo al escaneo aplicado al hermano de Ayuso. “El 25 de febrero de 2022 tuvo entrada en esta Fiscalía informe del SEPBLAC en el que daba cuenta de los movimientos bancarios vinculados al contrato de compra del material sanitario.

El 22 de febrero se ofició a la Unidad de Apoyo de la AEAT a fin de que, en relación con TOMÁS DÍAZ AYUSO y la sociedad PRIVIET SPORTIVE, S.L. facilitara toda la información con trascendencia tributaria disponible”. No consta striptease similar del marido de Calviño, Ignacio Manrique de Lara. Ni informe antiblanqueo.

Ni Anticorrupción ni Hacienda investigaron qué socios opacos disfrutaban tal paraíso fiscal mientras Beedigital cosechaba fondos públicos. ¿No urgía despejar si en su opaca matriz figuraba algún pariente de Calviño cuando la vicepresidenta proclamó en 2020 que no podrían recibir avales las empresas radicadas en paraísos fiscales?

Tomas Díaz Ayuso fue interrogado. No consta que testificase Manrique. La Comunidad de Madrid aportó los mails relativos a esas compras. Ni Beedigital ni el maridísimo ni el Gobierno entregaron mail alguno sobre sus contratos de la Seguridad Social, créditos ICO o licencia para captar fondos europeos del Kit Digital.

No los afloró fiscalía. ¿No existían o no fueron solicitados? Anticorrupción citó a cargos de Ayuso, no a cargos de Sánchez. La policía hizo un informe sobre las empresas chinas del caso Ayuso, no sobre las luxemburguesas de Beedigital.

Anticorrupción archivó sin saber si Manrique o algún familiar suyo era socio en el paraíso cuna de esta empresa: Luxemburgo. Un viaje sencillo para desvelar el manto societario. No debía destapar un trust en Jersey o Panamá como con el emérito. Sólo pisar el registro mercantil de Luxemburgo.

Manrique se hace eco de los fondos de su esposa, Calviño.

“Se ha podido constatar que, efectivamente, [Manrique] forma parte del comité de dirección de la empresa y no ostenta cargo social alguno [¿cómo lo sabe sin pisar Luxemburgo?], según se desprende de los datos existentes en el Registro Mercantil.

El socio Único de BEEDIGITAL es Carracosta, SL, sociedad participada íntegramente por la sociedad luxemburguesa Beelux Sarl, desde el 9 de mayo de 2017, sociedad de la que son propietarios otra sociedad luxemburguesa, Metric Capital Partners Investments II Sarl (70 %) y la firma de inversión española Evolvere Capital SL (30%)”. Ahí se quedó fiscalía. En España.

Calviño publicita los fondos que comercializó la firma de su marido.

Pero no identificó quién dominaba ese 70% luxemburgués. Y lo controlaba otra sociedad luxemburguesa, MCP Private capital Fund II. Similar a fondos de inversión de Jersey o Caymán por opacidad y nula fiscalidad, según los expertos. No tributaba por sociedades, patrimonio, iva, ni dividendos. Y, por si no quedaba claro tal paraíso cercano, garantizaba la confidencialidad de sus socios.

¿Cómo averiguar si hubo amaño, como apuntaba Hacienda en el contrato de la Seguridad Social (“la mitad del presupuesto sólo podía realizarlo Beedigital”, por lo que “determinaba el precio de todas las ofertas”), sin saber el dueño de la empresa y sin una radiografía fiscal de Manrique y familia? Tan grave es acusar sin pruebas como exonerar sin ellas. Lawfare.

Anticorrupción archivó sin saber si Manrique o algún familiar suyo es socio en el paraíso cuna de esta empresa: Luxemburgo. Un viaje sencillo para desvelar el manto societario. No debía destapar un trust en Jersey o Panamá como con el emérito. Sólo pisar el registro mercantil de Luxemburgo.

Fiscalía zanjó que no delinquió el hermano de Ayuso (Sánchez aún no lo sabe) porque no era socio de la contratista. En Beedigital tampoco apreció delito, pero sin saber si eran socios o no en Luxemburgo los potenciales implicados, Manrique o Calviño.

Desde tal balneario luxemburgués ha captado avales del ICO por 1,2 millones y fondos digitales. Todo ello del ministerio de Calviño. Y contratos por 800.000 euros de la Seguridad Social.

La fiscalía avaló un contradictorio cuadro: la empresa presentaba deudas con el Estado cada año (lo que invalidaría ser contratada), pero aportaba certificados de estar al día, y, para sorpresa, le salía a devolver medio millón cada año.

Ni Anticorrupción ni Hacienda investigaron qué socios opacos disfrutaban tal paraíso fiscal mientras Beedigital cosechaba fondos públicos. ¿No urgía despejar si en su opaca matriz figuraba algún pariente de Calviño cuando la vicepresidenta proclamó en 2020 que no podrían recibir avales las empresas radicadas en paraísos fiscales? Su facturación pública y privada se disparó con Manrique.