Por qué Abascal debe aprender de Bildu o tendremos Pedro Sánchez para rato
El PSOE se agarra a estirar el chicle de Vox para tapar la amnistía y sus pactos y vender el miedo a la derecha mientras los de Abascal suben el tono en lugar de apostar por el pragmatismo
El PSOE tiene en Santiago Abascal su mejor aliado para tapar su Ley de Amnistía, mediador y todos los pactos con Carles Puigdemont, ERC, Bildu y quien haga falta. Y para muestra un botón: justo el día en el que el Congreso vota la admisión a trámite de la Ley de Amnistía, el portavoz socialista Patxi López anuncia que va a denunciar ante la Fiscalía las declaraciones del presidente de Vox sobre “colgar de los pies” a Pedro Sánchez.
La semana en el que el Congreso da luz verde al primer paso para aprobar la polémica amnistía que borrará los delitos de Carles Puigdemont y del resto de implicados en el procés, los informativos abren sin embargo las últimas declaraciones del líder de Vox que sólo sirven para que la maquinaria del sanchismo hable del “odio” de Abascal en lugar de cómo se trocea la nación española a cambio de los votos que necesita Pedro Sánchez.
Sin entrar en si las palabras de Santiago Abascal en Argentina están sacadas de contexto o no, lo cierto es que le han vuelto a servir al PSOE en bandeja el argumentario del “bloque reaccionario” donde los socialistas meten al PP frente al “bloque progesista” que ha venido a salvarnos y que capitanea Pedro Sánchez.
Abascal no deja de dar argumentos a la maquinaria del sanchismo
Desde el PP ven como Abascal no deja de dar argumentos al llamado ‘equipo de opinión sincronizada’ del sanchismo, que tras cada exabrupto suyo sale a repetir la misma frase del "miedo a la ultraderecha" de forma machacona mientras se desvía la atención de los pactos y tejemanejes del inquilino de Moncloa, y Abascal sigue subiendo el tono pensando que con una sociedad más polarizada Vox tendrá mejor resultado electoral.
Sin embargo, si algo enseñó el resultado del 23 de julio es que la polarización extrema beneficia a Pedro Sánchez y al PSOE y moviliza su voto últil. Puede que Vox mantenga a su electorado fiel, pero a costa de que el votante de izquierdas se active, que se active hasta el punto de tragarse con la nariz tapada una amnistía que rompe la igualdad sólo con tal de evitar que gobierne el PP con Vox.
La estrategia de Bildu como ejemplo
Ahí es donde Vox, si un día quiere que la derecha sume más que Pedro Sánchez, debería mirar por ejemplo la estrategia de Bildu y no tanto su ombligo. Sí, de Bildu. Si los de Arnaldo Otegi hoy encabezan las encuestas en el País Vasco es porque precisamente han sabido desarrollar un discurso más pragmático, sin exabruptos, alejado del independentismo más radical o de la antigua Batasuna, que no genere rechazo a buena parte del electorado y tampoco active al electorado contrario. Porque tan importante como ampliar tu base es no generar el miedo en los de enfrente para que se movilicen y vayan a votarte en contra.
Santiago Abascal sin embargo sigue erre que erre a ver quién la suelta más gorda sobre el PSOE, y el PSOE encantado porque así vende esa imagen de derecha desagradable contra la que hay que hacer un muro y vale todo, hasta perdonar los delitos a Carles Puigdemont. Quizá si Abascal se fijara en el pragmatismo de Bildu y no en elevar el tono, ahora se hablaría de la amnistía que va a tramitar el Congreso, y no de si el líder de Vox dijo tal cosa en Argentina.