La banda de Sánchez acude al rescate: la ley de amnistía es maravillosa

Prietas las filas, que las cuadernas del casco del galeón Frankenstein empiezan a tener numerosas vías de agua. La Sanchipandi, la Banda de Sánchez, la parte del partido socialista más cercana al presidente y a sus políticas, ha tenido que salir al paso de manera desesperada para contarle a los españoles que la ley de amnistía que aprobarán próximamente es algo fantástico que redundará en el beneficio de todo el país, y no sólo a una comunidad autónoma y a numerosos cargos públicos que delinquieron y que quedarán en libertad.

En pleno enfrentamiento entre socialistas y populares a cuenta de la ocultación durante seis días de un informe de los letrados de la Comisión de Justicia que invalida la ley de amnistía, toca dispersar las voces críticas a base de cortinas de humo. Más aún cuando las filtraciones, publicadas por numerosos medios, acerca de que dentro del propio PSOE la corriente que pretende cortar de raíz con Junts y los socios nacionalistas de este Frankenstein para regresar a la esencia original socialista son cada vez más estruendosas.

Así que en esta mañana de sábado, la Sanchipandi, la banda de Sánchez, reunida en A Coruña con motivo de la Convención Política del PSOE, ha tocado a rebato. Primero, claro, Pilar Alegría, que es la cabeza visible del ariete sanchista. "Estamos seguros de que con la ley de amnistía vamos a seguir mejorando la convivencia, será buena para todos los ciudadanos de España". Así, sin anestesia. Para anestesia, "estoy convencida de que esta ley es constitucional". Una diplomada en magisterio experta en constitucionalismo. Este Gobierno da para esto y para mucho más.

Illa: "La realidad es por donde decimos nosotros"

Detrás tuvo que salir al paso Salvador Illa, presidente del PSC, a quien le quedó un discurso con toniquete bananero muy en la línea maduro-castrista. Si no estás conmigo estás contra mi, vaya. La ley de amnistía es asumir el discurso de la convivencia, de la concordia, del futuro, de mirar hacia adelante". Hasta ahí, una opinión más. Pero luego le salió la querencia totalitaria: "Si uno conoce un poco lo que está ocurriendo en Cataluña, ve que la realidad va por donde decimos nosotros". No vaya usted a pensar distinto. Ellos siempre tienen la razón.

Y acabó Patxi López, el enterrador vasco, el que portaba féretros de compañeros suyos asesinados por ETA, dejando claro que la Sanchipandi, la banda de Sánchez, no piensa reconocer, nunca, que lo mismo pueden equivocarse alguna vez. Ni siquiera dejando en libertad a delincuentes para estirar una legislatura con olor a falla valenciana. "Nunca hemos tenido complejos sobre la amnistía, otra cosa es que hayamos estado callados porque estábamos negociando", dijo el vasco. Se le olvidó mencionar que tampoco lo dijeron en campaña electoral, lo que denota que o el complejo es gigantesco o ya negociaban entonces ocultándoselo a sus votantes. Pero hay que vender el discurso, que el PSOE se les resquebraja.