Ni una semana de paz en Vox: expulsiones en Baleares y bronca en Galicia
La dirección de Abascal echa a los cinco diputados del archipiélago que han tirado a sus dirigentes mientras la campaña gallega no despega y hasta recibe abucheos de militantes cabreados
Abascal en un mitin en Vigo
Santiago Abascal celebraba su reelección unánime sin rivales como presidente de Vox con un gran acto con su nueva cúpula tras la renovación y decenas de militantes, pero poco ha durado la paz y la alegría en el partido. La semana ha comenzado con un terremoto en Baleares donde literalmente Vox, que vive una fuerte guerra interna, se ha desintegrado y ha acabado con expulsiones cruzadas de todos sus diputados.
La tormenta se desataba cuando con el Grupo Parlamentario de Vox en Baleares registraba la petición de expulsión del grupo de la diputada y presidenta del partido, Patricia de las Heras, y del presidente del Parlamento, Gabriel Le Senne, los dos principales dirigentes del partido de Abascal en el archipiélago. Los cinco diputados enfrentados a la dirección echaban a sus líderes del grupo parlamentario.
Fuera del grupo parlamentario y como diputado no adscrito, Gabriel Le Senne, que fue elegido presidente del Parlamento por un acuerdo entre PP y Vox, no puede seguir presidiendo la cámara autonómica por lo que el pleno tendrá que votar una nueva presidencia.
Desde la dirección nacional de Vox han terciado en la polémica dando su apoyo a los dos dirigentes expulsados y respondiendo con la misma medicina: expulsando del partido a los cinco diputados rebeldes.
"Quiero dejar bien claro que ha sido una decisión que han tomado los cinco sin autorización ni informar al partido en Madrid", ha subrayado el número dos de Vox, Ignacio Garriga, denunciando que los cinco diputados autonómicos díscolos han tomado “una decisión unilateral” y ha sido "movidos por la ambición personal". Garriga ha apoyado a Patricia de las Heras y a Gabriel Le Senne “que continuarán dando la batalla por las ideas de Vox en Baleares sin descanso”.
Galicia: abucheos de militantes al candidato
No sólo en Vox Baleares cuecen habas. En Galicia llevan cociendo bastante tiempo. A las malas perspectivas electorales que sitúan a la formación de Santiago Abascal de nuevo con cero escaños en el parlamento gallego se une la división de Vox en Galicia que hasta se ha traducido en abucheos públicos de militantes.
Buena parte de la militancia gallega no comparte que Álvaro Díaz-Mella sea el elegido por Abascal para ser el candidato en Galicia, una opción por cierto que se tomó a última hora y de improviso tras adelantarse las elecciones gallegas al 18 de febrero. El malestar ha llevado al punto de recibir con gritos de “fuera” a Díaz-Mella en un mitin o levantarse e irse de la sala cuando va a intervenir, dejando patente la fragilidad de la formación en tierras gallegas.