Sánchez reta: no permitirá que la UE ni el Constitucional suspendan su amnistía

“La suspensión del procedimiento penal ya sea por el planteamiento de una cuestión de inconstitucionalidad o de una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la UE no impedirá el alzamiento de aquellas medidas cautelares que hubieren sido acordadas con anterioridad a la entrada en vigor de la presente ley y que implicasen la privación del ejercicio de derechos fundamentales y libertades públicas".

Con esta frase (bendecida por PSOE, Junts, ERC y Bildu) Sánchez consagra que anulará la prisión o detención de imputados del procés, terroristas o no, antes de que el Constitucional o la UE avalen su ley. Salvo que se retracte en el Pleno.

Tras voltear su criterio sobre la amnistía, orillar tres estudios críticos de letrados del Congreso y evitar todo informe del Consejo de Estado, Fiscalía o Poder Judicial, Sánchez traiciona su promesa final: el Constitucional garantizará que la ley sea acorde al supremo texto legal.

Porque primero amnistiará y después (meses o años) opinará el Constitucional. Según su guión, merced a su control, el alto tribunal avalará su amnistía. ¿Pero qué ocurriría si declara inconstitucional su ley o partes de ella?

¿Deben volver a prisión los amnistiados, debe huir de nuevo Puigdemont? Igual ocurre con el tribunal de la UE. ¿Y si dinamita el texto y las urgencias de Sánchez?

¿ Los jueces excarcelan y rezan hasta que el Constitucional diga que obraron bien? Sánchez blinda que su ley no pueda ser suspendida ni por el Constitucional ni por la UE mientras examinan su legalidad. La jurisprudencia invita al desánimo sobre el Constitucional.

Fisuras legales hay. Su amnistía fulmina todas las definiciones de terrorismo del código penal español y de la legislación europea con un truco. Exige que su comisión, de “forma manifiesta y con intención directa, haya causado violaciones graves de los artículos 2 y 3 de del convenio europeo de derechos humanos”: atentados contra la vida o torturas.

Lo de las torturas va por los policías. No les amnistía. Y para su terrorismo hace falta un muerto. Más “manifiesta intención directa” de matar. Todo lo demás es terrorismo..., pero sin querer. Si murió un turista francés y casi perecen agentes a pedradas… fue sin intención.

El juez García Castellón, escollo ante la amnistía exprés.

Esto amnistía a todos los indepes terroristas (agresores de agentes y malversadores aparte). No importa que hayan cometido lo que el Código Penal define como terrorismo. “Atentados contra la libertad, el patrimonio, tenencia, tráfico y depósito de armas, municiones o explosivos, apoderamiento de aeronaves, buques u otros medios de transporte colectivo o de mercancías, cuando se llevaran a cabo con cualquiera de las siguientes finalidades:

-Subvertir el orden constitucional, o suprimir o desestabilizar gravemente el funcionamiento de las instituciones políticas o de las estructuras económicas o sociales del Estado, u obligar a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo.

-Alterar gravemente la paz pública.

-Provocar un estado de terror en la población o en una parte de ella.

-Se considerarán igualmente terrorismo los delitos informáticos”.

En el sabotaje de carreteras, aviones y trenes del tsunami orquestado presuntamente por Puigdemont, CDR y demás fieles se dio tal escenario. Con este código penal orillado se ha condenado en España a cientos de etarras sin muertos. Para Sánchez la kale borroka vasca es ilegal, la catalana, no.

La UE define similar terrorismo sin muertos:“destrucciones masivas de instalaciones estatales o públicas, sistemas de transporte, infraestructuras, sistemas informáticos incluidos, lugares públicos o propiedades privadas, que puedan poner en peligro vidas humanas o producir un gran perjuicio económico; intimidar gravemente a una población; obligar indebidamente a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo; desestabilizar gravemente o destruir las estructuras políticas, constitucionales, económicas o sociales fundamentales de un país”.

Es dudoso que pueda evitar un veto preventivo de la UE según artículos del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. 278: "el Tribunal de Justicia podrá, si estima que las circunstancias así lo exigen, ordenar la suspensión de la ejecución del acto impugnado".

Los jueces que llevan años investigando delitos indepes ahora deben anular detenciones o acusaciones, sea cual sea el grado probatorio, previa consulta o no al Constitucional. ¿Qué hacer mientras llega la sentencia del Constitucional si la amnistía exige cancelar ya sus medidas cautelares?

¿Excarcelan y rezan hasta que el Constitucional diga que obraron bien? Sánchez blinda que su ley no pueda ser suspendida ni por el Constitucional ni por la UE mientras examinan su legalidad. La jurisprudencia invita al desánimo sobre el Constitucional.

El Constitucional, acaso también la UE, llegará tarde para avalar su ley. Estará ejecutada. Lesionar policías, sabotear transportes y todo apoyo golpista saldrá gratis. Malversar por la patria no será malversar. Y tener armas, como defiende Trump, es constitucional.

Pero es más dudoso que pueda evitar un veto preventivo de la UE según artículos del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. 278: «Los recursos interpuestos ante el Tribunal de Justicia no tendrán efecto suspensivo.

Sin embargo, el Tribunal de Justicia podrá, si estima que las circunstancias así lo exigen, ordenar la suspensión de la ejecución del acto impugnado». 279: «el Tribunal de Justicia podrá ordenar las medidas provisionales necesarias en los asuntos en que esté conociendo». La finalidad es «garantizar la plena eficacia de la futura decisión definitiva, al objeto de evitar una laguna en la protección jurisdiccional que depara el Tribunal de Justicia”.

El Constitucional, acaso también la UE, llegará tarde para avalar su ley. Estará ejecutada. Lesionar policías, sabotear transportes y todo apoyo golpista saldrá gratis. Malversar por la patria no será malversar. Y tener armas, como defiende Trump, es constitucional. Lo grave es quemar un muñeco de Sánchez.