Infartos en Moncloa: Puigdemont humilla otra vez a Sánchez y obliga a ceder más

Lo que parecía una votación ya encarrilada, la de la ley de amnistía en el pleno del Congreso, se le ha atragantado a Moncloa y algunos en presidencia del Gobierno empiezan a sufrir taquicardias. Junts, fiel a su estilo de presionar, ha anunciado que votará que no a la ley si no se dan garantías a los investigados por terrorismo y alta traición en los casos de Tsunami y Volhov de que se podrán acoger a la amnistía, por lo que el PSOE se encuentra ante un nuevo chantaje: o cede, o le tumban la ley y con ello se pone en peligro la estabilidad del Gobierno.

En caso de que se votara que no, la ley de amnistía volvería a la comisión de Justicia del Congreso y se retrasaría la tramitación exprés que quiere el PSOE para la norma. Pero Junts no tiene problema, aprieta sabiendo que puede colarle una nueva cesión a Pedro Sánchez que otra vez es humillado por los planes de Carles Puigdemont.

La ejecutiva de Junts ha dado el visto bueno a esta estrategia tras reunirse por la mañana de forma telemática para hacer seguimiento de las negociaciones con el PSOE, que aseguran que continúan abiertas hasta la votación, que será por la tarde con presencia del propio Sánchez. Desde Junts aseguran que “van a negociar hasta el último minuto” sabiendo que llevando la situación al límite pueden conseguir un buen botín, como ya sucedió en la votación de los decretos del Gobierno.

Desde el PSOE y desde Moncloa guardan silencio y negocian bajo mano, aunque los socios como Sumar muestran el nerviosismo ante un posible voto en contra de los de Puigdemont. ERC por cierto sí ha dicho que votará a favor de la amnistía, por lo que el gran escollo, una vez más, viene desde el chalet de Waterloo.