La historia de Álvaro, el niño torero que perdió sus trastos, tiene final feliz
Este pequeño de Badajoz de dos años y medio y enamorado del toreo perdió lo que para él es todo. Gracias a su madre, las redes sociales y la colaboración ciudadana ha podido recuperarlos.
Para Álvaro, un niño de tan solo dos años y medio de Badajoz, su única pasión a su temprana edad es el toreo. Nada le divierte más ni le hace tanta ilusión como jugar con sus trastos de torear (capote, muleta, estoque…) de juguete e imaginarse delante de un toro en una plaza rodeado de aplausos. Sin embargo, este pasado sábado 27 de enero, el pequeño Álvaro los perdió al prestarlos a otros niños mientras jugaban en la Plaza de los Alféreces en esta ciudad de Extremadura.
Así lo explicaba su madre Ana en un post de Facebook, en el que también cuenta lo importante que es para su hijo su montera, capote y estoque de juguete: “Es con lo único que juega, es su vida, no sale de casa sin sus trastos”. Además, cuenta que dos de ellos tienen un significado especial tanto para él como para su familia: “Especialmente el capote de paseo y las banderillas porque se las hizo su abuela como regalo de Papá Noel y son irremplazables”.
Por todo ello pedía por favor la colaboración de los usuarios de las redes sociales a los que les llegara este mensaje para intentar, entre todos, recuperar los trastos de Álvaro. Un mensaje que su madre acompaña con un vídeo de él “toreando” para demostrar con qué ganas y pasión lo vive.
Historia con final feliz
Por suerte y tan sólo dos días después, Ana daba la buena noticia y anunciaba que los habían encontrado gracias a la difusión de su primer mensaje. “Gracias a vosotros mañana Álvaro volverá a tener sus capotes de brega y paseo y podrá disfrutar de su afición ¡Gracias!”, escribe en este nuevo post una emocionada madre que, como es de recibo, agradece en especial a la persona que, “haciendo gala de su buena voluntad”, llamó para devolverlo todo.
La madre de Álvaro también ha querido dedicar unas palabras para la gente del mundo del toreo (toreros, sastres, ganaderos, asociaciones…) que se puso en contacto con ella para, en el caso de los sastres o ganaderos, ofrecerle juguetes de repuesto para su hijo. Por lo tanto, final feliz para esta historia en la que las redes sociales han servido para un buen fin.