El PSOE teme que las protestas del campo movilicen el voto del PP en Galicia
Los socialistas apuntan que el 80% del voto rural gallego va para los populares, y el ambiente de cabreo con Bruselas y el Gobierno puede hacer que salgan más a votar a Alfonso Rueda
Feijóo de campaña en Galicia con ganaderos
Las protestas de los agricultores y las tractoradas se han apoderado de la actualidad en España, y eso para Moncloa es un problema, no sólo por la imagen de inacción que pueden dar con el sector agrario y la falta de reivindicación ante Bruselas, también porque los analistas del PSOE empiezan a temer que pueda afectar a las elecciones en Galicia del próximo 18 de febrero y no precisamente para su bien: movilizando el voto a favor del PP de Alfonso Rueda.
En el PSOE no pierden de vista un dato básico: el voto del PP en Galicia, en el que sustenta sus mayorías absolutas, es principalmente rural, frente al voto urbano donde PSOE y BNG tienen más fuerza. Así ha sido en las últimas décadas. El PP llega a aglutinar el 80% del voto rural de la multitud de pueblos pequeños que hay a lo largo de la geografía gallega.
Este escenario no tiene visos de cambiar -tan sólo hay que ver la campaña del PP, centrada en visitas a municipios rurales-, pero las protestas de los agricultores pueden alterar el resultado en contra de los intereses de la izquierda gallega en general y del PSOE en particular.
El cabreo del mundo del campo, ahora movilizado y acaparando todos los titulares, puede ser un revulsivo para que los gallegos del entorno rural salgan en masa a votar el próximo 18 de febrero y apuntalen la mayoría absoluta del PP. Además de ser ya proclives a meter la papeleta de la gaviota, el malestar con el Gobierno de Sánchez por no atajar los problemas del campo puede reforzar todavía más el voto a Alfonso Rueda y castigar al PSOE.
Las campañas electorales, como bien se sabe, a veces se le hacen muy largas a los partidos, y la introducción de elementos inesperados que no estaban en los planes como ahora las protestas de los agricultores pueden convertirse en un dolor de cabeza para el candidato socialista, José Ramón Gómez Besteiro, al que las encuestas no le dan buen resultado y se encomienda como último recurso a que el BNG pegue un apretón y pueda darle la Xunta a Ana Pontón con un tripartito.