El 'ministro profesor' de Zapatero vuelve a marcar distancias con Sánchez
Jordi Sevilla, responsable de Administraciones Públicas entre 2004 y 2007, aboga por "grandes pactos" y cree que la economía va bien "posiblemente a pesar del Gobierno, y es mi Gobierno".
No son pocos los socialistas críticos con las políticas de Pedro Sánchez, especialmente, en todo el asunto de la amnistía para los independentistas catalanes. Quizá con menos virulencia que otros, pero también lo es Jordi Sevilla. El que fuera ministro de Administraciones Públicas entre 2004 y 2007, bajo el gobierno de Zapatero, se ha mostrado partidario de "rebajar mucho el diapasón en la política española". Lo ha hecho durante su participación en el foro "Diálogos para el desarrollo", celebrado en Málaga, y en el que ha coincidido con Alberto Ruiz Gallardón.
Sevilla ha considerado que "pone de manifiesto que, con independencia de lo que cada uno opinemos sobre la amnistía -no estuve a favor en su momento y sigo sin estar a favor-, la necesidad de abordar el problema de Cataluña y, sobre todo, de ponerle fin al conflicto catalán que vivimos de manera muy dura en los últimos años tiene que ser distinta de un 155 permanente y tiene que ser muy distinta de la radicalidad con la que hasta ahora se han ido abordando las propuestas que ha planteado el Gobierno".
Jordi Sevilla y "un poquito más de calma"
El político valenciano cree que "es legítimo estar a favor o en contra, pero las cosas tenemos que acostumbrarnos a defenderlas con un poquito más de calma, porque es tan difícil o tan imposible estar teniendo razón en todo como estar equivocado en todo". De hecho, el exministro ha defendido "grandes pactos y grandes acuerdos sociales" para solucionar asuntos como el catalán.
"Y yo lo que pediría es que esos acuerdos que no estamos siendo capaces de ver en otros ámbitos de la política, fuéramos capaces de pedirlos y de verlos en el ámbito de la economía, que en el fondo es de lo que comemos todos", ha manifestado el exministro.
No obstante, ha señalado que "afortunadamente en España la situación económica funciona un poquito mejor que la situación política; posiblemente, como diría Felipe González, a pesar del Gobierno, y es mi Gobierno". "Es verdad que aunque vivimos una desaceleración en todo el mundo y las perspectivas para la economía española dentro de esa desaceleración son razonablemente buenas", ha dicho.