Carmen Calvo se compara ¡con Kennedy! por su enchufe en el Consejo de Estado

No era la primera vez que Pedro Sánchez levantaba el teléfono y recurría a la que fuera su vicepresidenta, Carmen Calvo, . Sin embargo, esta vez la respuesta ha sido un sí debido a, tal y como ha expresado la propia ex ministra, "por un sentido romántico para servir a mi país".

"Si ahí puedo ser útil, ya está", ha explicado Carmen Calvo en la Cadena SER, donde le pudimos ver hasta final del año 2023 como contertulia en Hora 25 con Aimar Bretos. La candidata a presidir el Consejo de Estado ha elegido el micrófono amarillo este medio para explicar los motivos de su decisión e intentar justificar el por qué ella que, precisamente, es miembro del PSOE y persona de confianza de Pedro Sánchez. Motivos -más que suficientes- para hablar de un posible enchufismo.

Carmen Calvo ha esgrimido varios argumentos para intentar defenderse pero uno llama la atención por encima del resto y viene a ser el: así ha sido siempre (lo del enchufismo). Obviamente no con esas palabras, pero la ex ministra reconoce que este tipo de nombramientos "forman parte de los usos y costumbres de la política en democracia".

Con el revuelo que ha generado su nombramiento como candidata, Calvo ha asegurado que se mantendrá independiente y objetiva en su cargo a pesar de representar unas siglas, en este caso las del PSOE: "Tú tienes unas siglas y unas ideas que la gente sabe cuáles son, lo que ocurre es que luego tu trabajo lo tienes que desempeñar con una cierta nobleza".

Ahora Calvo se enfrenta a un proceso que empieza este martes con la proposición como candidata por parte del Consejo de Ministros. Antes de que su designación sea oficial en el BOE, deberá pasar examen de idoneidad en el Congreso, punto en el que se quedó la anterior candidata y también exministra Magdalena Valerio.

La fundación 'Hay Derecho' denunció su nombramiento y a pesar de los intentos del Gobierno, el Tribunal Supremo acabó dando la razón a esta organización y nombrando ilegal la elección de Valerio por no cumplir con el requisito de ser una reconocida jurista. Carmen Calvo no tiene precisamente esta etiqueta pero ha intentado defender su trayectoria profesional como doctora en derecho constitucional y apunta a su experiencia como punto fuerte para el cargo.