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Sánchez huye de la quema y vuelve a Marruecos sin aclarar el "escándalo Pegasus"

Después de la debacle socialista en Galicia y sin haber abierto la boca, el presidente decide viajar este miércoles al país norteafricano sin saber si le recibirá el rey Mohamed VI.

Pedro Sánchez, durante su última visita a Marruecos a principios de febrero del pasado año.

Pedro Sánchez, durante su última visita a Marruecos a principios de febrero del pasado año.

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Raúl Puente

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Cuando todas las miradas vuelven hacia la figura de Pedro Sánchez después del desastre electoral del pasado domingo en Galicia, al presidente del Gobierno no se le ocurre otra cosa que, además de no hacer ningún tipo de autocrítica, salir huyendo del país. En este caso el destino será Marruecos, país que visitará Sánchez este miércoles.

El presidente del Gobierno estará acompañado en este viaje oficial por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, que también estuvo en el país norteafricano hace poco más de un año cuando se celebró en Rabat la Reunión de Alto Nivel entre ambas naciones, en la que se vieron Sánchez y su homólogo marroquí, Aziz Ajanuch.

Sin embargo, en aquella ocasión, Pedro Sánchez no tuvo ocasión de encontrarse con el monarca de Marruecos, Mohamed VI, que le dio un deshonroso plantón al hallarse este fuera del país en esas fechas. Se desconoce si en este viaje se podrá producir esa esperada reunión entre los dos mandatarios.

"Marruecos es un país vecino, amigo y socio estratégico de España en todos los ámbitos", ha destacado Moncloa, que ha enmarcado la visita en el arranque de la nueva legislatura y puesto en valor "los profundos lazos que unen a ambos países".

Marruecos, Pegasus y el móvil de Sánchez

Sánchez realiza este viaje a Marruecos cuando aún no se ha aclarado el escándalo Pegasus, esto es, el espionaje del móvil del presidente Gobierno del que se acusó al reino alauita a través de un software de origen israelí. Meses después del escándalo todavía no se ha conocido el alcance de esa gravísima intromisión.


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