Sánchez achicharra en dos años a sus cuatro “ahijados” barridos por las urnas
Las cuatro apuestas personales del presidente para doblegar al PP definitivamente; Espadas, Tudanca, Lobato y Besteiro, han salido trasquilados y dejado en coma al PSOE regional.
Pedro Sánchez (en el medio) junto a sus candidatos José Ramón Gómez Besteiro (Galicia), Juan Lobato (Madrid), Luis Tudanca (Castilla y León) y Juan Espadas (Andalucía).
Juan Espadas, Luis Tudanca, Juan Lobato y José Ramón Gómez Besteiro tienen varias cosas en común. Todos ellos son dirigentes socialistas de la más estricta confianza de Pedro Sánchez. Todos ellos han ascendido en política con el aval expreso del inquilino de La Moncloa.
En próximo socialista en la parrilla de salida es Eneko Andueza, candidato de Sánchez a las elecciones vascas. Aunque el líder del PSE tiene la ventaja de las expectativas modestas: tan solo aspira a ser tercera fuerza por detrás de PNV y Bildu. Y a ser muleta de uno de ellos.
Todos -algunos obligados y a regañadientes- recibieron en el encargo de Sánchez de acabar con las carreras políticas de Juanma Moreno, Alfonso Fernández Mañueco, Isabel Díaz Ayuso y Alfonso Rueda. Y todos ellos han salido chamuscados en tiempo récord instalados ya en el almacén de los juguetes rotos de Ferraz.
El batacazo brutal de Besteiro en las urnas gallegas de este domingo ha hecho a muchos dirigentes del PSOE constatar una evidencia: que el partido es un erial en los territorios.
Solo veteranos ajenos al sanchismo han logrado defender el fuerte: Emiliano García Page en Castilla-La Mancha y Abel Caballero en el Ayuntamiento de Vigo.
Juan Espadas, Luis Tudanca, Juan Lobato y José Ramón Gómez Besteiro tienen varias cosas en común. Todos ellos son dirigentes socialistas de la más estricta confianza de Sánchez. Todos ellos han ascendido en política con el aval expreso del inquilino de Moncloa.
Sin la presencia de Sánchez y su entorno en sus campañas y en sus estrategias, Page y Caballero han mantenido a sus siglas al margen de las turbulencias nacionales. Y, en cambio, con Sánchez y Zapatero volcados en su ayuda, Espadas, Tudanca, Lobato y Besteiro han sido sucesivamente humillados en las urnas.
En quinto en la parrilla de salida es Eneko Andueza, candidato de Sánchez a las elecciones vascas. Aunque el líder del PSE promocionado por el líder tiene la ventaja de las expectativas modestas: tan solo aspira a ser tercera fuerza política por detrás de PNV y Bildu. Y a ser muleta de uno de ellos.