La prioridad de Armengol en plena ‘tormenta Koldo’: el lenguaje inclusivo
La presidenta del Congreso se dedica a reescribir el reglamento de la Cámara en inclusivo por el procedimiento de urgencia para eliminar las normas de la RAE del masculino genérico
Cuando se aburre el diablo mata moscas con el rabo, aunque Francina Armengol no está precisamente para aburrirse. Sin embargo, en plena tormenta del caso Koldo y con las peticiones de dimisión por la compra de mascarillas defectuosas a la trama cuando presidía en Baleares, a la presidenta del Congreso no se le ocurre otra que dedicarse a reescribir el reglamento de la Cámara en lenguaje incluso.
De esta forma, PSOE y Sumar usarán su mayoría en la Mesa del Congreso para que la proposición de ley de reforma del Reglamento del Congreso para reescribirlo en lenguaje no sexista pase su primer filtro pero sin la aprobación del PP.
Se reformarán las normas de la Cámara Baja, que datan de 1982 y que sólo se han sometido a reformas puntuales. En la nueva versión del reglamento se elimina el masculino genérico -el recomendado por la RAE- pasando a el desdoble -el diputados y diputadas- y el uso de palabras como miembros de la Cámara. El presidente pasará a ser la presidencia, entre otros cambios.
Para llevar a cabo esta reforma en lenguaje inclusivo se ha tenido que tocar el grueso de los 207 artículos del Reglamento y también algunas de sus disposiciones. Francina Armengol defendía que “las instituciones tienen que avanzar al mismo ritmo que avanza la sociedad, dando ejemplo y mostrando compromiso con las reivindicaciones en favor de la igualdad”, una gran prioridad en mitad del caso Koldo que le afecta directamente.
La RAE, por el contrario, no está muy contenta con estos cambios. "No se apoya la igualdad de los hombres y las mujeres pidiendo a los ciudadanos, sean parlamentarios o no, que hagan constantes equilibrios sintácticos, morfológicos y léxicos para evitar opciones lingüísticas que pertenecen a su forma natural de expresarse", denunciaba la RAE ante las recomendaciones para un uso no sexista del lenguaje en la administración parlamentaria.
La RAE metía un buen palo a la iniciativa del PSOE y Sumar pues “tras los planteamientos que hace la guía parlamentaria se esconde el deseo implícito de acrecentar la distancia, ya considerable en la actualidad, entre el universo oficial y el mundo real".