Ni Armengol ni Víctor Torres son Ábalos: Sánchez les defiende incondicionalmente
El líder del PSOE habla por primera vez tras conocerse que se investiga a ambos por la compra de mascarillas y reafirma la estrategia: defensa a capa y espada...y desviar la mirada al PP.
La posible relación de dos expresidentes autonómicos del PSOE como Francina Armengol y Víctor Torres con el caso Koldo es ahora mismo uno de los muchos frentes abiertos con los que Pedro Sánchez tiene que lidiar. Los que fueran máximos dirigentes de Baleares y Canarias respectivamente compraron mascarillas a la empresa de la trama por valor de más de 15 millones de euros y la Fiscalía Europea les investiga por ello. El mensaje desde el socialismo es claro: todo fue legal y actuaron de manera correcta teniendo en cuenta la urgencia del momento, siendo las mascarillas el bien más preciado.
Una estrategia en la que una de sus partes principales es dejar claro que ni Armengol ni Torres son José Luis Ábalos, señalado por la justicia como posible intermediario entre los cabecillas Koldo García y Víctor de Aldama y los diferentes ministerios y administraciones que compraron material sanitario. Contratos que provocaron un crecimiento patrimonial más que evidente para los implicados en los momentos más complicados de la pandemia.
Como era de esperar, Sánchez sigue al pie de la letra esa estrategia -para eso es el jefe- y ha vuelto a defender a ambos desde Brasil, donde está estos días tan agitados de visita oficial. Lo ha hecho al ser preguntado por si da por zanjados los ceses con las salidas del exministro de Transportes y el 'número dos' de Puertos del Estado o estos podrían alcanzar a Armengol y Torres. El líder del Ejecutivo y del PSOE no tiene dudas: "Claro que cuentan con mi respaldo".
Además de mostrar ese apoyo incondicional a la actual presidenta del Congreso, al expresidente canario y otros ministros que compraron mascarillos como Fernando Grande-Marlaksa, Sánchez ha defendido que su Gobierno ha actuado de manera "inmediata, contundente y ejemplar" ante la explosión de este caso de corrupción que salpica a varios miembros de su Ejecutivo y de su partido.
Sánchez intenta desviar la atención hacia el PP
Otra parte de la estrategia es un clásico: intentar desviar la atención hacia el Partido Popular. Acusa a la formación de Alberto Núñez Feijóo de difundir bulos, descalificaciones e insidias y poner en marcha una estrategia del ventilador que a su juicio genera "zozobra" en la opinión pública. Desde el PP piden la dimisión de Armengol no mediante bulos, sino por hechos factibles y probados. Como por ejemplo, que compró las mascarillas a la trama, las pagó a una velocidad inusitada y avaló a la empresa a pesar de que ya sabían que habían entregado un material que no se correspondía con los encargos.
Además consideran que las explicaciones que la presidenta del Congreso dio este martes no han aclarado qué persona recomendó al Ejecutivo balear contratar a la empresa involucrada en la trama. Lo que viene siendo la figura del intermediario y que la justicia pone en ese papel al por entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos.