La gota que colma el vaso: al PSOE se le agota la paciencia con Yolanda Díaz
La pasividad absoluta de la vicepresidenta permitiendo la puñalada de sus socios de los Comunes a Pere Aragonés agota la paciencia de Moncloa: "Recibe mucho más de lo que da".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, charla con su portavoz Patxi López en el Congreso, con Yolanda Díaz a su lado.
“Yolanda no le aporta al Gobierno absolutamente nada más allá de la aritmética parlamentaria”. Este quejido se reproduce en estas horas entre los dirigentes socialistas y certifican una constatación: el hartazgo total de Ferraz con la vicepresidenta segunda y líder de Sumar. “Recibe mucho más de lo que da”, enfatizan gráficamente las fuentes socialistas consultadas.
La incapacidad de Díaz de moderar y frenar la puñalada de los Comunes -sus socios en Madrid- a Pere Aragonés han hecho a Sánchez un roto brutal en el peor momento posible y ha dejado al presidente sin su mejor -y única- baza para los próximos meses: la chequera pública de los PGE y el reparto a voluntad de los fondos europeos.
Y esto ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de la cúpula socialista con Díaz. Al margen de los recelos por la estrategia de Yolanda de cultivar su propia imagen con una agenda nacional e internacional ajena y paralela a la del Gobierno, a Díaz se le acusa de “falta de liderazgo y voluntad política” al frente del segundo partido del Consejo de Ministros.
Es en realidad el tercer debe de Díaz con el PSOE. El primero es no “haber sabido meter en vereda” a Podemos con - a juicio de Ferraz- una “gestión catastrófica de las aspiraciones de Irene Montero”.
La incapacidad de Díaz de moderar y frenar la puñalada de los Comunes -sus socios en Madrid- a Aragonés han hecho a Sánchez un roto brutal en el peor momento posible y ha dejado al presidente sin su única baza para los próximos meses: la chequera pública de los PGE y el reparto a voluntad de los fondos europeos.
El segundo, el colosal fiasco en las elecciones gallegas donde la vicepresidenta ha sido incapaz de “tirar del carro” de la alianza gubernamental. Y tercero, ser incapaz de llamar al orden a su marca catalana para evitar un nuevo foco de inestabilidad a Sánchez.
“Sumar no existe, es un trampantojo”, asegura a ESdiario un veterano dirigente socialista que remacha: “Y a Yolanda solo le interesa… Yolanda”.
