El "plan maestro" de Moncloa el 12M: pescar en el río revuelto del secesionismo
Sánchez busca una alianza estratégica con ERC basada en dos premisas: que Illa vuelva a ser el más votado y que Aragonés rentabilice el cisma en Junts
Orden directa desde Moncloa: parar máquinas hasta el 10 de junio. Pedro Sánchez deja al Gobierno al ralentí a la espera de que las elecciones vascas, las inesperadas catalanas y las europeas aclaren algo el panorama.
En las dos primeras, el PSOE parte de cara: en el País Vasco aspira a revalidar su alianza con el PNV y tocar poder y en Cataluña sale a la campaña para intentar ganar los comicios como en las últimas elecciones. Las europeas, con su circunscripción única, serán otra cosa bien distinta.
Mientras Junts resuelve si Puigdemont es su candidato o opta por un perfil más moderado, en un caladero de 700.000 votos aspiran a pescar varios outsiders del independentismo además de los dos grandes.
Haciendo de nuevo “de la necesidad virtud”, el leit motiv de este sanchismo 3.0, el equipo del presidente comienza a ver una oportunidad en las urnas catalanas tras el shock del anuncio de Pere Aragonés y el hachazo mortal a los Presupuestos Generales del Estado y al deseado arranque plácido de la XV legislatura.
Así que Moncloa ha diseñado una hoja de ruta que tiene como condición que Salvador Illa vuelva a ser la lista más votada que permita posteriormente una alianza paralela en Barcelona y Madrid entre PSOE y ERC.
Pero para este escenario hay otro condicionante previo: que Esquerra sea la fuerza más votada en el independentismo por delante de Junts. Y ahí está la gran incógnita del 12M, porque el secesionismo se presenta en un avispero sin precedentes en Cataluña.
Mientras Junts resuelve si Puigdemont es su candidato o opta por un perfil más moderado, en un caladero de 700.000 votos aspiran a pescar varios outsiders del independentismo además de los dos grandes.
Se trata de Alhora, la apuesta unilateralista de la exconsejera fugada Clara Ponsatí, la “ultra” Silvia Orriols y su Alianza Catalana y la ya conocida CUP. Y en este divide y vencerás está el plan maestro de Sánchez: que estas marcas pesquen en el heterogéneo electorado de Junts y permitan a ERC liderar ese mundo . A Sánchez, entonces, se le podría todo mucho más fácil. Todo dependiendo, también, del anuncio este jueves de Carles Puigdemont sobre sus intenciones.