El Gobierno ya tiene su nueva chapuza legal: declararse LGTBI para tener trabajo
Después de la ley del sólo sí es sí o la ley trans, Yolanda Díaz quiere que gays y trans tengan acceso más rápido a un trabajo, un nuevo “coladero legal” y "tratarlos de discapacitados"
El Gobierno de Pedro Sánchez parece que no aprende de sus errores anteriores. Después de la chapuza de la ley del sólo sí es sí con excarcelaciones y rebajas de penas a agresores, y la ley trans con los cambios de sexo para poder acceder a ventajas como los 37 militares de Ceuta o personas condenadas para ir a cárceles de mujeres, ahora llega la el nuevo “coladero legal”: declararse LGTBI para poder tener acceso más rápido a un empleo.
La idea parte de la propia vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, que presumía de que “el colectivo LGTBI tendrá una atención prioritaria junto a las personas jóvenes con baja cualificación, desempleo de larga duración, mayores de 45 años o personas con discapacidad”.
La gran pregunta es ¿cómo se demuestra que alguien es LGTBI para darle prioridad en el empleo? Yolanda Díaz también da respuesta a esto señalando que “las personas LGTBI, en particular trans, pueden tener reconocido este derecho siempre que se solicite de manera voluntaria y, evidentemente, confidencial. No se trata de ganar derechos para unos, sino para todos y todas. Eliminar barreras de entrada nos hace un país mejor”.
Listado de LGTBI y "tratarlos como discapacitados"
Es decir, declararse gay, lesbiana o trans para figurar en un listado confidencial del ministerio de Trabajo y así acceder a ventajas en la búsqueda de empleo. Esto supone que cualquier persona, sea LGTBI o no, puede ir y autodenominarse así para acceder a esa prioridad en el trabajo sólo por su propia palabra, sin ninguna comprobación.
Es por tanto un nuevo coladero legal, en el que cualquier persona puede hacerse pasar por gay y así tener esos beneficios como otros colectivos como los jóvenes. Esto además ha generado una fuerte polémica incluso entre los propios colectivos LGTBI, que ven la medida como “tratar como discapacitados” a las personas LGTBI, ya que estas ventajas en el empleo suelen reservarse a personas con discapacidad.
“No soy discapacitado ni menos capaz que cualquier otra persona. Deja de tratarnos como víctimas, haznos un favor. Es más, déjanos vivir en paz”, respondía un gay a Yolanda Díaz. “¿Eres consciente de lo terrible que puede ser la existencia un registro de todas las personas LGTBI? ¿Los políticos no podéis pensar las cosas un poquito antes de desbarrar así? ¿No tenéis asesores que de verdad sepan de lo que hablan en vez de palmeros que os rían las gracias?”, reflexionaba otra persona a la vicepresidenta segunda y líder de Sumar.