Los pinchazos y la apatía en los mítines de Sánchez desatan la alarma en el PSOE
El arranque de la campaña socialista en el País Vasco vuelve a demostrar el escaso entusiasmo que despierta su líder. Mientras su candidato asume su papel secundario como en las gallegas.
“Para ver un mitin socialista con alma hay que irse a uno de… Zapatero”, afirma un dirigente del PSE que reconoce que Pedro Sánchez ha perdido punch hasta en los suyos propios. “Desde luego no es el que era”.
Y el último mitineo de Sánchez en Vitoria este fin de semana en la campaña del PSE ha sido más de lo mismo. De nuevo camisa vaquera azul buscando emular al Sánchez de las primarias de 2016 pero pinchazo de aforo y de entusiasmo de las bases que empiezan a preocupar a los estrategas de Ferraz cara sobre todo a las europeas de junio.
En una campaña vasca que sigue en un perfil más que bajo -y opacada por el triunfo del Athletic en la Copa del Rey- fue el citado José Luis Rodríguez Zapatero en Irún el viernes y el exlendakari Patxi López los únicos que han conseguido hacerse un hueco en las portadas con un Eneko Andueza condenado al papel de tercero en liza y bisagrista.
En cualquier caso, vistos los antecedentes, el PSE ha optado por actos en lugares de foro reducido, lejos de los grandes eventos en polideportivos.
En cualquier caso, esta etiqueta de gafe de Sánchez no es nueva. En las pasadas municipales, los gurús de Moncloa le llevaron a aquellas capitales que estaban en liza para el PSOE. Perdió todas salvo Barcelona y Vitoria. Una de la dio el PP, no cerrando el paso a Jaume Collboni. Y la otra el PNV con sus votaciones.