De las vallas de Vox a Orriols: la lucha por el voto antiinmigración en Cataluña

Cataluña tiene más problemas más allá que el famoso procés y los delirios de los políticos independentistas con el show de Carles Puigdemont. Y uno de ellos, la inmigración ilegal, especialmente de origen islámico, unido a los datos de delincuencia -haya o no correlación entre ambos-, ha entrado en la campaña electoral catalana como un tema esencial para muchos partidos, incluso el eje de su discurso, para captar votos, y amenaza con dar una sorpresa la noche del 12 de mayo.

De esta forma, partidos tan antagónicos como Vox y la debutante en unas elecciones autonómicas Aliança Catalana -uno nacional y a favor de la unidad de España, otro independentista- luchan sin embargo por el mismo votante: el catalán cansado de ver el avance de la inmigración islámica en Cataluña que hace que se pierdan las esencias catalanes, o españolas.

De esta forma, Vox no ha hecho del ataque al independentismo y la españolidad de Cataluña su eje de campaña, sino que ha sacado un spot y unas vallas publicitarias muy vistosas en contra de la inmigración ilegal y apostando por la seguridad. Como si de una agencia de viajes se tratara, con azafata incluida, las vallas electorales de Vox prometen mandar a sus países a los inmigrantes que delinquen: “¿Delincuentes en tu barrio? Nosotros tenemos su billete de vuelta”. Más directo imposible.

La formación de Santiago Abascal también ha sacado un primer spot electoral con el late motiv de la inmigración y la delincuencia. En un tono a lo Gloria Serra en Equipo de investigación, una voz relata datos-con frases alternadas en catalán- como que el 80% de los delitos de Barcelona son cometidos por menas por el descontrol inmigratorio o que el 30% de los detenidos por yihadismo es en Cataluña.

En el otro lado, la Aliança Catalana de la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, que concurre por primera vez en una elecciones catalanas tras su éxito en las municipales, exprime el discurso anti inmigración, poniendo el punto de mira en la islámica. La dirigente independentista, tachada de discurso ultra, quiere salvar Cataluña del auge islámico, y este discurso cala. Tanto, que muchos podrían votarla obviando su perfil independentista sólo por su apuesta por la seguridad. El 12 de mayo veremos si logra su objetivo de entrar en el Parlament. Si lo logra, es síntoma de que la inmigración preocupa, y mucho, en Cataluña.