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Alerta roja en el PNV: contraataque con el voto del miedo y lo que oculta Bildu

Recta final de la campaña a la caza del indeciso y con la munición que el candidato de Otegi ha dado negándose a calificar a ETA de terrorismo. Se busca al votante puerta a puerta.

Los candidatos a lendakari antes del debate electoral. (FOTO: Diario Vasco)

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Nunca antes la todopoderosa maquinaria electoral del PNV se había encontrado en una tesitura electoral tan complicada e inquietante para sus intereses. A cinco días de la jornada de reflexión, la alerta roja se ha encendido en Sabin Etxea, el cuartel general de los peneuvistas, porque las encuestas internas y las publicadas -lejos de despejar el camino a su candidato Imanol Pradales- confirman el peor escenario para sus expectativas: Bildu ganaría en votos y en escaños el próximo domingo.

El resultado está en realidad en un puñado de votos, una provincia y el factor del voto útil. Son las papeleras de los aproximadamente 45.000 indecisos y volátiles exvotantes de Urkullu los que inclinarán el resultado.

El PNV redobla sus advertencias sobre la agenda oculta de Bildu, a su pasado proetarra, a su desprecio a la propiedad privada, a su filiación populista-comunista. Con vídeos que buscan la polémica. Con vaca incluida.

Es un escaño en Álava , donde nunca ha ganado Bildu y ahora lo roza, el decisivo. Y la deserción de miles de votantes de Podemos a las filas de Otegi la posible puntilla al PNV. Así que Pradales, como Andoni Ortuzar e Íñigo Urkullu, se ha apuntado en estas últimas horas a la estrategia del voto del miedo y a la apelación al sufragio a lo seguro.

Con advertencias a la agenda oculta de Bildu, a su pasado proetarra, a su desprecio a la propiedad privada, a su filiación populista-comunista. Con vídeos que buscan la polémica con vaca incluida.

Todo vale de aquí al domingo para movilizar al votante propio y tratar de arrebatar caladero al PP con banderas como la okupación o la inseguridad ciudadana. Y en los batxokis y en los pueblos hay una llamada a rebato a sus militantes: a la caza del indeciso para “leerle la cartilla”.