Cerrar

Respuesta de ESdiario a Sánchez: dimita y déjese de victimismo

La carta de Pedro Sánchez es un golpe de efecto perfectamente buscado y medido. En eso el líder del PSOE es un maestro, sin duda alguna.

Sánchez en su escaño.

Publicado por

Creado:

Actualizado:

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha publicado una carta en la red social X (antes Twitter), en la que se vierten a partes iguales mentiras, inexactitudes y acusaciones infundadas a diferentes medios de comunicación que no se especifican.

En ESdiario tenemos que darnos necesariamente por aludidos ya que hemos publicado diferentes exclusivas sobre las andanzas de Begoña Gómez que se citan en la denuncia presentada por Manos Limpias que ha motivado la investigación del juez. Tanto es así que su señoría ha citado como testigo al periodista de este medio que firmaba esas informaciones.


ESdiario fue el primero, el 17 de marzo, hace más de un mes, en poner sobre la mesa el nombre de Barrabés. Esa empresa, junto a la propia Begoña Gómez, está en el ojo del huracán del presunto tráfico de influencias que investiga un juez de Madrid.

Este diario fue también el que el pasado 10 de abril dio la exclusiva de la presentación de una denuncia por parte de Manos Limpias en los juzgados madrileños contra la esposa del presidente del Gobierno que ahora ha dado pie a la investigación judicial que está en marcha.

Con esos precedentes y aunque el presidente del Gobierno no cita expresamente a ningún medio, ESdiario se siente en la obligación de dar respuesta a sus palabras. Varias consideraciones.

Lo primero de todo es animar a Pedro Sánchez a dimitir, mejor este mismo jueves que el lunes. Tiene motivos sobrados para hacerlo, mayores incluso que este escándalo que salpica a su mujer. Por encima de eso está su contubernio con los independentistas catalanes y vascos, de los que depende y a los que debe estar en La Moncloa.

Eso ha derivado en un pacto de investidura firmado en el extranjero con un prófugo de la justicia, en la ley de amnistía, en los indultos, en la reforma del Código Penal sobre los delitos de sedición y malversación y en un largo etcétera de actuaciones. Cada uno de esos asuntos merece la dimisión de Sánchez. Todos juntos hacen que no deba estar un minuto más en el poder.



En segundo lugar, la carta de Sánchez es un golpe de efecto perfectamente buscado y medido. En eso es un maestro, sin duda alguna. El teatrillo de su retirada a meditar sobre una posible dimisión busca cambiar el foco mediático que ahora mismo está en la presunta corrupción de su partido y en la suya en particular. La realidad que todos sabemos es que no piensa dimitir ni por lo más remoto. Simplemente pretende pasar de acusado a víctima. Buen movimiento para su parroquia.


La tercera consideración pasa por aclarar que la mujer del presidente del Gobierno, de este o del que sea, no es intocable ni inmune. Esa condición de ‘primera dama’ no le convierte en intocable. Si hay sospechas fundadas sobre su actuación es obligación de los medios de comunicación investigarlo y denunciarlo. ¡Faltaría más! En este caso concreto, además, esas sospechas vienen derivadas precisamente de su relación con Pedro Sánchez. Hablamos de un posible tráfico de influencias que se fundamenta en que ella es la esposa del presidente del Gobierno.


En cuarto lugar, retamos a Pedro Sánchez a que nos diga cuál de nuestras informaciones sobre su mujer es falsa, constituye un bulo o una difamación. Estamos en condiciones de demostrar que todo lo que afirmamos está documentado. Sus relaciones con Barrabés y otras empresas y el crecimiento exponencial en la contratación pública de éstas son un hecho indiscutible.

El teatrillo de su retirada a meditar sobre una posible dimisión busca cambiar el foco mediático que ahora mismo está en la presunta corrupción de su partido y en la suya en particular.

Si eso es delictivo o no tendrán que decidirlo los tribunales. A nuestro juicio resulta inaceptable y censurable desde el punto de vista político. En el judicial no entramos, no es nuestra labor.

Lo primero de todo es animar a Pedro Sánchez a dimitir, mejor este mismo jueves que el lunes. Tiene motivos sobrados para hacerlo, mayores incluso que este escándalo que salpica a su mujer. Por encima de eso está su contubernio con los independentistas catalanes y vascos, de los que depende y a los que debe estar en La Moncloa.

Como quinta consideración cabe decir que esa “operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire” que denuncia Sánchez es falsa. En ese “atropello tan grave como burdo” mete a medios de comunicación de la “galaxia digital ultraderechista”, a Feijóo y Abascal, e incluso de forma indirecta a la propia justicia española. Todos contra él.

La realidad es que estamos ante una investigación judicial. Es un juez el que tras recibir una denuncia de Manos Limpias -la reputación del denunciante es irrelevante- ve posibles indicios de delito e inicia una investigación para aclararlo. Nada más que eso. Todo lo demás es victimismo barato de Sánchez con el que quiere salir del atolladero.

Por último, los insultos y descalificaciones que dirige Sánchez a ESdiario y otros medios, sin citar a ninguno, nos resbalan. No vamos a entrar siquiera a rebatirlos. La “fachosfera” es tan grande que cada día resulta más complicado quedarse fuera.

Seguiremos buscando la verdad por mucho que eso moleste al presidente o a su familia. Tanto si dimite como si queda en su puesto, nosotros seguiremos publicando todo aquello que averigüemos y que nos parezca noticioso. Esa es la esencia de periodismo: controlar al poder.


-