Rita Maestre demuestra quién embarra: “nazis” y expulsada por maleducada
La portavoz de Más Madrid crispa el Pleno llamando varias veces “nazis” a Vox, interrumpiendo y saliendo de malas formas con un “venga hombre”. Almeida: “ya está bien de insultar”
Rita Maestre en el Pleno de Madrid
Justo cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha iniciado una estrategia de acusar a la derecha de “fango y embarrar” tras confirmar quee sigue al frente del Ejecutivo, uno de sus socios, Más Madrid -integrado en Sumar- ha dado plena muestra de cómo hacer barro. En concreto, Rita Maestre, portavoz en el Ayuntamiento de la capital, que ha acabado expulsada del Pleno tras sus insultos a otros concejales.
El detonante de la bronca que ha acabado con la expulsión de Rita Maestre han sido las reiteradas veces que la portavoz de Más Madrid se ha referido a los concejales de Vox como “nazis”. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha señalado al presidente del pleno, Borja Fanjul, que “Rita Maestre ha llamado nazis en reiteradas ocasiones a los concejales de Vox, y yo le pediría por favor que rectifique”.
La portavoz de Más Madrid ha justificado los descalificativos de “nazis” a Vox en que lo ha hecho a micrófono cerrado y que “ha sido la constatación de una verdad, que en las manifestaciones en la calle Ferraz había banderas nazis y gente de Vox, también populares como Esperanza Aguirre”.
El alcalde ha tomado la palabra y ha subrayado que “una cosa es el debate y otra cosa es llamar nazis a un grupo municipal ¡Ya está bien de insultar!”. El presidente del Pleno ha llamado al orden tanto a Almeida como a Rita Maestre porque no estaban en el uso de la palabra, pero la portavoz de Más Madrid se ha encarado y seguido insistiendo en hablar hasta que Borja Fanjul le ha llamado al orden por tercera vez y la ha expulsado del Pleno.
Rita Maestre ha respondido a la expulsión con aspavientos y repitiendo varias veces en tono macarra “venga hombre”. El resto de concejales de Más Madrid han acompañado a su portavoz y se han ido del pleno voluntariamente en un nuevo sainete de quien luego se queja de “embarrar la política”.