Aliança Catalana y la sorpresa con 6-7 escaños que tumba a Puigdemont y Sánchez
El partido independentista y antiinmigración puede dar el campanazo el 12M en Cataluña y ser la fuerza decisiva para formar gobierno, algo que desmonta los planes de Junts y Moncloa
En la campaña de las elecciones en Cataluña del próximo 12 de mayo ha habido un protagonista invisible que sin embargo ha estado muy presente: Aliança Catalana. Invisible porque no ha participado en debates ni ha tenido caso espacio en medios, pero la formación que se estrena en unas autonómicas se ha movido como pez en el agua en redes sociales y en la calle y ha logrado incluso que su discurso más potente, la inmigración, sea uno de los ejes de la campaña.
Empecemos por el principio, ¿Qué es Aliança Catalana? Es un partido independentista catalán liderado por la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, que además tiene un discurso antiinmigración y antiislamista muy fuerte con insistencia en el tema de la seguridad. Esto le permite captar votos muy transversales, desde procedente de Vox por ver que es más contundente con la inmigración a quitárselos a Junts o incluso la CUP por la parte independentista. Es un win win.
¿Qué es Aliança Catalana? Es un partido independentista catalán liderado por la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, que además tiene un disurso antiinmigración y antiislamista
La formación, que logró ganar en Ripoll en las últimas municipales, ha dado el salto autonómico y las encuestas ya le dan al menos 3 escaños -3 diputados por Barcelona al superar el 3% de voto mínimo-, 4 escaños si saca uno más por Girona -donde está Ripoll, su cuna- e incluso algunos trackings internos de los partidos disparan su voto a los 6 o 7 escaños. El 12 de mayo se saldrá de dudas, pero los sociólogos consideran que todo puede pasar.
Campaña catalana copada por los mensajes sobre inmigración
Por ello, por detectarse este crecimiento de Aliança Catalana, es por lo que la campaña ha derivado mucho en los últimas días hacia el tema de la inmigración y la seguridad. Las elecciones catalanas parecían condenadas a tener un tema protagonista: la vuelta de Carles Puigdemont. Pero Pedro Sánchez eclipsó con su reflexión los primeros días de campaña, y el final lo ha copado la inmigración.
Vox por ejemplo no ha centrado su discurso en pedir que Puigdemont acabe en la cárcel o en la españolidad, sino en la inmigración y la seguridad. Ven ahí mucho caladero de votos sobre todo en las zonas obreras del cinturón de Barcelona. Hasta el PP ha reforzado este discurso, o Junts. Y Ahí es donde bebe también votos Aliança Catalana.
¿Y qué pasa si Aliança Catalana tiene un buen resultado? Que literalmente puede complicar un futuro gobierno por ejemplo independentista presidido por Puigdemont, dando de paso un dolor de cabeza a Pedro Sánchez, que necesita a Junts para seguir en Moncloa.
El prófugo catalán según las encuesta necesita la suma de Junts y ERC, pero puede que ambos no lleguen a la mayoría absoluta, ni con la CUP, y requieran del apoyo de Aliança Catalana. El problema es que ERC se niega a recibir este respaldo acusando al partido de Sílvia Orriols de “ultra”. Esto provocaría la parálisis y unas nuevas elecciones, o que el PSC de Salvador Illa formara gobierno si suma con ERC y Comuns, algo que cabrearía a Puigdemont con Sánchez, y que Moncloa no desea.