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Secreto roto: Koldo llamó al equipo de Armengol para ofertar las mascarillas

El asesor de Ábalos, según testigos, conectó con un interlocutor del Ejecutivo balear y a continuación Soluciones de Gestión envió su oferta.

Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados.

Publicado por
Francisco Mercado

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Este diario fulmina la amnesia de Francina Armengol, que comparece este lunes en el Congreso, sobre qué personaje de la trama que investiga la justicia hizo de embajador para ofertar las mascarillas fake al gobierno balear bajo su mandato. Fue Koldo García, asesor de un ministro de su partido. No parece un personaje olvidable.

Las fuentes consultadas, testigos directos, resaltan que tal llamada se produjo por la presión de una terrible pandemia y no por una complicidad comercial de la presidenta balear.

Pero, a tenor del ocultismo, la hoy presidenta de los Diputados cree que Koldo le mancha. Sería admitir que la trama siguió con su Gobierno el ritual habitual con otros organismos del Estado. Primero llamaba o hablaba Koldo, y luego desembarcaban los directivos de Soluciones de Gestión, firma beneficiada con 54 millones de euros de organismos sanchistas.

Tal llamada de Koldo al equipo balear de Armengol, no directamente a ella, ha sido confirmada por personas vinculadas con esta conexión. No es creíble que el receptor de la llamada de Koldo no informara a su presidenta. Sobre todo porque, tras dicho mensaje del asesor de Ábalos, llegó un email con la oferta de Soluciones de Gestión. Y fue vertiginosamente aceptada.

“Mediante correo electrónico de fecha 25/04/ 2020 la empresa Soluciones de Gestión ofreció un avión repleto de mascarillas KN95 y que estaba en en disposición de suministrar 1.480.060 mascarillas de protección para vapores orgánicos de un solo uso”.

Cuatro días después se recepcionan las mascarillas por Armengol. Al mes siguiente se formaliza el contrato. Y ya el 5 de mayo se pagan los 3,7 millones. 20 días después testa las mascarillas: le han timado. Todas son defectuosas. Y cuando tardíamente reclama una indemnización... les perdona un millón.

Koldo, como rememoran testigos entrevistados por esdiario, se limitó a preguntar al equipo de Armengol si necesitaban mascarillas y, a partir de ahí, ya entró en juego la empresa para ofertar su producto.

Choca que la jefa, Armengol, no preguntara quién fue el embajador de la mercancía siquiera cuando resultó completamente averiada. Ni tampoco indagara cuando se destapó la investigación judicial sobre sus mascarillas. Y que en el Parlamento rehusara tres veces identificar qué miembro de la trama les ofertó las mascarillas. Era un nombre sencillo. Koldo. Fácil de recordar. ¿Llamaban tantos asesores ministeriales ofreciendo mascarillas a su Gobierno para olvidarlo?

Illa, por el contrario, no negó a Koldo. Dijo que lo recibió y que luego lo derivó. Es verdad que él no tiene un pecado añadido: comprar mascarillas defectuosas. Ni tampoco dilató pedir una indemnización a la trama. Ni la abarató. Algo que sí hizo Armengol.

Por tanto, por encima de la sospecha de por qué hizo caso a Koldo, debería preocuparle más a Armengol por qué pagó 3,7 millones por unas mascarillas sin haberlas testado. Si era mala o buena la oferta canalizada por Koldo en su mano estuvo evaluarla. ¿Por qué esa fe ciega en un asesor ministerial que hoy abomina?

Las prisas del Gobierno de Armengol han sido consideradas ilegales por los investigadores. “La declaración de emergencia para la adjudicación del suministro de mascarillas a SOLUCIONES tiene fecha de 4 de mayo de 2020, que es cuando el órgano de contratación dictó resolución, y no fecha de 18 de marzo de 2020, que es cuando se dicta el Acuerdo del Consejo de Gobierno. Por ende, al haberse producido la entrega del suministro días antes del 4 de mayo, se infiere que esta adjudicación es contraria a lo referido en el precitado artículo 153.6 de la LCSP”.

“Para más abundamiento en las irregularidades detectadas, decir que no se ha localizado documentación sobre la formalización del contrato en el que, tal y como se especifica en el art.35 de la LCSP, se recojan como mínimo, entre otras cuestiones, la identificación de las partes, la definición del objeto del contrato, las condiciones de recepción de las prestaciones, ni siquiera comunicación alguna entre las partes. Tampoco se fija un responsable del contrato que supervise la correcta ejecución del mismo, tal como expresa el art.62 de la LCSP”.

Ninguna de esas irregularidades del Gobierno de Armengol lleva rúbrica de Koldo, Aldama, Hidalgo... etc. Toca recuperar memoria.