El polémico trans no será diputada: la CUP se hunde y pasa a ser irrelevante
Los antisistema son otros de los grandes perdedores, pierden más de la mitad de sus escaños y no influirán en posibles pactos tras una campaña con la polémica de su candidata trans
Caras largas en la CUP la noche electoral
No sólo fue una mala noche para ERC. La otra gran debacle electoral se la llevó la CUP, la formación antisistema radical e independentista se ha dejado la mitad de los escaños hasta el punto de que ni siquiera tendrá grupo propio en el Parlament y tendrá que irse al mixto con sus archienemigos de Aliança Catalana -vaya grupo les va a quedar-.
La CUP pasa de ser una fuerza que en su día tuvo la sartén por el mango y la llave de la gobernabilidad, hasta el punto de forzar la marcha de Artur Mas, consiguiendo que sus políticas influyeran en la vida catalana, a ser irrelevante. Los 4 escaños obtenidos el 12 de mayo no sirven para decantar la balanza: ni del bloque independentista ni de un tripartito de izquierdas.
La CUP liderada por Laia Estrada pierde 5 diputados de los 9 que logró en las últimas elecciones de 2021 y se conformará con 4 parlamentarios, más de la mitad de sus escaños ha bajado. Se deja más de 62.000 votos en tres años y sólo saca el 4% de los sufragios. Un fuerte varapalo que deja a la formación tocada tras una campaña criticada incluso por la izquierda o el feminismo radical por la inclusión en su candidatura en el número 4 de Ortésia Cabrera, una activista transexual que es un hombre con vestido y que muchas mujeres consideraron una burla y que estaba quitando puesto a mujeres biológicas.
En votos directos, la CUP ha logrado 127.360 apoyos, pocos más de los 126.200 que obtuvo en 2012, la primera vez que entraron en el Parlament con un 3,48% de votos y dos diputados, y que fue la cifra más baja en la historia de la formación. Este el segundo peor resultado de sus historia. Atrás queda cuando llegaron a sacar 10 diputados y condicionar el gobierno de Cataluña.
Laia Estrada, la candidata de la CUP tras la pérdida de 5 escaños con respecto a 2021, echaba la culpa a uno de los clásicos, la extrema derecha: “es evidente que ha habido una ola reaccionaria que está atravesando nuestro país. Se nos queda un Parlament más de derechas y más españolista que nunca”. Sin embargo, muchos les recordaban su campaña polémica incluyendo a Ortèsia Cabrera -un hombre con vestido pero con aspecto de hombre y hasta pelo en pecho- como mujer como muestra de su decadencia y pérdida de votos: “con una candidata tan buena como Ortèsia no pudo entender cómo y por qué la CUP se ha metido semejante batacazo”, ironizaba la escritora Lucía Etxebarria. Ortèsia Cabrera por cierto se queda sin escaño, en Tarragona la CUP ni siquiera ha conseguido un diputado.