Robles desvela lo que Pegasus espió de su móvil y enseña el camino a Sánchez
La ministra de Defensa comparece en el Congreso y ofrece las primeras explicaciones sobre el "hackeo" a los dispositivos claves del Gobierno. Pero pide no especular del papel de Marruecos.
Primeras explicaciones del Gobierno sobre el espionaje -presuntamente por parte de Marruecos- a los teléfonos móviles del presidente del Gobierno y de los ministros de Defensa e Interior. La titular de Defensa, Margarita Robles, ha explicado este lunes que los móviles infectados con el software Pegasus, entre ellos el de Pedro Sánchez y el suyo propio, no contenían información clasificada y únicamente causó afectación a la "intimidad" de las víctimas.
Robles asegura que "no tiene información reservada" en su móvil porque cuando acude al Consejo de Ministros y foros internacionales lo deja fuera de las salas de reuniones, pero sí tiene "fotos con militares" que regresan a España desde misiones internacionales o soldados ucranianos.
Así lo ha hecho en su comparecencia ante la Comisión Mixta de Seguridad Nacional en el Congreso, que tiene lugar después de que la Audiencia Nacional haya reabierto la causa en la que investigaba la infección con el programa israelí de espionaje, que también infectó los dispositivos móviles de los ministros del Interior y de Agricultura, Fernando Grande Marlaska y Luis Planas, respectivamente.
La reapertura de la causa se ordenó a finales de abril, tras recabar nueva información de las autoridades francesas, después de archivarse de forma provisional en julio de 2023 por la "absoluta" falta de cooperación jurídica de Israel, que no contestó a la comisión rogatoria enviada por la Audiencia Nacional.
Ahora, el magistrado José Luis Calama ha recibido una Orden Europea de Investigación emitida por las autoridades judiciales de Francia que incorpora una investigación llevada a cabo en el país vecino en 2021 por múltiples infecciones de teléfonos de periodistas, abogados, personalidades públicas y asociaciones gubernamentales y no gubernamentales, así como miembros del Gobierno francés, ministros y diputados con ese mismo 'software'.
Durante la comparecencia, la ministra ha hecho hincapié en que "no hay constancia alguna conocida de que los dispositivos móviles infectados contuvieran información clasificada legalmente como secreta o reservada" y ha negado, por tanto, la posibilidad de que la Seguridad Nacional se viera comprometida o quebrada como resultado de las infecciones con Pegasus.
Lo que sí se vio afectado, según la titular de la cartera, fue la intimidad y los datos personales de los dueños de los terminales 'hackeados'. Este "atentado a la intimidad" de Sánchez, Robles, Marlaska y Planas fue el que hizo que el Gobierno acudiera a la Justicia a denunciar el espionaje.
FOTOS CON MILITARES
De su caso concreto, ha querido matizar que "no tiene información reservada" en su teléfono móvil porque cuando acude al Consejo de Ministros, foros internacionales o encuentros con organismos lo deja fuera de las salas de reuniones, pero sí tiene "fotos con militares" que regresan a España desde misiones internacionales o soldados ucranianos. "Eso me gusta hacer, no por mí, sino para poner en valor el trabajo que hacen nuestras Fuerzas Armadas", ha explicado.
Asimismo, se ha referido al informe pericial solicitado por el juzgado al Centro Criptológico Nacional para comprobar si las cuestiones técnicas puestas de relieve por las autoridades francesas competentes pueden determinar que la autoría de la infección a los terminales del presidente y los ministros coincide con el espionaje a los franceses.
Por otro lado, Robles ha reprochado al PP, Sumar y Bildu que "especulen" sobre la autoría de la infección con Pegasus y ha rechazado que el Gobierno sea objeto de "chantajes" por la información robada. El diputado del PP Rafael Hernando y el representante de Bildu en la comisión, Jon Iñarritu, han sugerido que Marruecos podría estar detrás del espionaje, mientras que el diputado de Sumar Félix Alonso Cantorné ha metido en la ecuación también a Israel, puesto que es el país dueño del 'software'.