Alberto de Mónaco sella con Cantabria seguir fortaleciendo el arte paleolítico
Se sigue así la apuesta de principios del siglo XX de Alberto I de Mónaco como promotor de la investigación de las cuevas prehistóricas de Cantabria y se refuerzan lazos institucionales.
Es una historia que a lo mejor no todos conocen, pero el Principado de Mónaco y Cantabria unieron sus caminos a principios del siglo XX en una relación que dura hasta estos días y que precisamente se ha ampliado este viernes 31 de mayo de 2024 con la firma de un nuevo acuerdo entre el pequeño pero rico país y la Comunidad española. Y es que Alberto I de Mónaco, tatarabuelo del actual Príncipe Alberto II de Mónaco, fue el principal promotor de la investigación de las cuevas prehistóricas de Cantabria.
Es por ello que el actual Príncipe monegasco y la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, han firmado esta nueva alianza que impulsará el conocimiento y el valor del arte paleolítico de la Comunidad Autónoma, siguiendo así la apuesta de Alberto I de Mónaco. El monarca es considerado un “pionero de la prehistoria” y reconocido como “impulsor de los hallazgos más relevantes del patrimonio prehistórico cántabro”. Ha financiado las excavaciones en la cueva de El Castillo, La Pasiega, la del Valle y Hornos de Peña, entre otras, y las investigaciones y publicaciones derivadas de esos trabajos.
Es por ello que una de las principales novedades en el marco de este acuerdo es la exposición ‘Alberto I, príncipe de la prehistoria’, en el Centro de Arte Rupestre de Cantabria, que ha sido inaugurada por la presidenta y el tataranieto del monarca este mismo viernes. Según han explicado, se trata de una muestra que “revela las inquietudes científicas e intelectuales” del antepasado del actual príncipe.
“Gracias a su patrocinio el mundo conoce hoy el enorme valor de nuestro arte rupestre”, ha querido agradecer Buruaga, con 10 cuevas declaradas Patrimonio de la Humanidad -entre ellas Altamira- y dos caminos de peregrinación que son un reclamo turístico muy importante para la región.
Son 500 metros cuadrados de exposición permanente que Alberto II de Mónaco y su comitiva han recorrido de la mano del director del Museo Arqueológico de Cantabria, Roberto Ontañón. Una exposición que por ejemplo recoge impresiones y testimonios de las visitas de campo de Alberto I a las cuevas de Covalanas, Altamira, El Castillo y La Pasiega en 1909 y en 1914, junto a reproducciones de la correspondencia entre el príncipe y el prehistoriador Henri Breuil y el rey Alfonso XIII, entre otros muchos documentos.
El acto se ha cerrado con la firma de Alberto II en el libro de honor del centro, dejando constancia de su tercera visita a Cantabria. Un detalle con un significado especial ya que se suma a la rúbrica que Alberto I dejó durante su visita a Puente Viesgo hace más de un siglo y se conserva en el Centro de Arte Rupestre de Cantabria.